En los últimos meses, las estanterías de supermercados, gasolineras y grandes tiendas online se han llenado de balizas de emergencia. Las V-16 serán obligatorias en unas semanas, y miles de conductores están comprando la suya. Sin embargo, FACUA ha denunciado que la DGT está favoreciendo un gran fraude que se está produciendo en torno a este accesorio.
Esta situación ha desatado la guerra entre los consumidores y las autoridades de Tráfico, ya que afecta al bolsillo de miles de conductores
2Pasividad de la DGT ante el engaño
Rubén Sánchez, secretario general de FACUA, ha sido contundente al decir que no es suficiente con que la DGT ponga una nota en su página web diciendo qué balizas valen y cuáles no. La realidad es que muy pocos conductores entran en esa web para ver las novedades técnicas. La acusación se centra en que la DGT está permitiendo el uso de su logotipo de manera ilícita en cajas de productos que inducen a error.
Según la organización de consumidores, Tráfico está demostrando una pasividad gravísima al no frenar este comportamiento. La DGT sabe que esas luces no servirán en el futuro, pero no está haciendo nada efectivo para detener su comercialización engañosa o para obligar a los vendedores a poner una etiqueta que diga que ese producto caduca en 2026. Sánchez asegura que Tráfico lo ha hecho tremendamente mal porque ha permitido un fraude masivo a escala nacional sin ponerle freno.
FACUA sospecha que existe una estrategia comercial deliberada. Justo ahora es cuando más gente está comprando estas luces, ya sea por seguridad o para regalar, y las empresas tienen almacenes llenos de luces sin conexión que necesitan vender antes de que sea obligatorio el modelo conectado.
El objetivo de estas empresas sería intentar eliminar por completo el stock de lo que les ha sobrado antes de que la ley cambie. Ocultan el dato de que la luz no está conectada con la DGT porque saben que muchos consumidores van a picar al ver el precio bajo y el sello de homologación. Si dijeran claramente que en 2026 tendrán que tirarla a la basura y comprar otra, no la comprarían. Al omitir esa información vital, están incurriendo en un acto de engaño flagrante contra los compradores.
