Pocos conductores prestan atención a los neumáticos más allá de cuando un testigo avisa de baja presión o el taller recomienda cambiarlos. Pero detrás de esas cuatro piezas de caucho, se esconde una de las claves más importantes de la seguridad y el rendimiento del vehículo. Nuestro experto en neumáticos, lo tiene claro: «Las ruedas hablan, pero hay que saber escucharlas».
A sus 44 años, Alberto ha trabajado con todo tipo de coches y marcas. En su taller de Madrid, recibe a diario a conductores que desconocen aspectos esenciales sobre el estado de sus neumáticos: su desgaste, fecha de fabricación o incluso su caducidad. «La mayoría no sabe que la información está escrita en la propia goma», comenta con una sonrisa, «solo hay que mirar en el lugar correcto».
3Cómo afecta la presión a la seguridad y al consumo
                                
                            Muchos conductores pasan por alto la presión de los neumáticos, pero influye en casi todo: desde el comportamiento del coche hasta el consumo de combustible. «Un neumático con presión incorrecta aumenta la distancia de frenado y el riesgo de reventón», explica nuestro experto. «Además, obliga al motor a trabajar más, lo que se traduce en más gasto de gasolina».
Lo recomendable es revisar la presión una vez al mes, y siempre en frío, antes de conducir. «Si haces muchos kilómetros, hazlo cada 15 días. Y no te fíes del ojo: la diferencia de medio kilo de presión no se nota a simple vista, pero sí en la carretera», advierte. Cada vehículo tiene unos valores óptimos, normalmente indicados en una pegatina en el marco de la puerta o en la tapa del depósito de combustible. No los ignores.








