Pocos conductores prestan atención a los neumáticos más allá de cuando un testigo avisa de baja presión o el taller recomienda cambiarlos. Pero detrás de esas cuatro piezas de caucho, se esconde una de las claves más importantes de la seguridad y el rendimiento del vehículo. Nuestro experto en neumáticos, lo tiene claro: «Las ruedas hablan, pero hay que saber escucharlas».
A sus 44 años, Alberto ha trabajado con todo tipo de coches y marcas. En su taller de Madrid, recibe a diario a conductores que desconocen aspectos esenciales sobre el estado de sus neumáticos: su desgaste, fecha de fabricación o incluso su caducidad. «La mayoría no sabe que la información está escrita en la propia goma», comenta con una sonrisa, «solo hay que mirar en el lugar correcto».
1El código que revela la edad del neumático
Cuando Alberto habla de «mirar en el lugar correcto», se refiere a un pequeño código grabado en el flanco del neumático: el DOT. Cuatro cifras que muchos ignoran, pero que revelan la fecha exacta de fabricación. «Es como el DNI del neumático», explica. «Las dos primeras cifras indican la semana del año y las dos últimas, el año. Por ejemplo, un neumático con el código 2319 se fabricó en la semana 23 de 2019″.
Saber esta información es esencial. Aunque un neumático no se desgaste con el uso, el paso del tiempo deteriora sus compuestos. «A partir de los cinco años, el caucho empieza a perder elasticidad. Y aunque aún quede dibujo, puede no ofrecer el agarre necesario, sobre todo en mojado», advierte. La edad máxima recomendable para un neumático es diez años desde su fabricación.







