Estamos a pocas semanas de que el calendario marque el 1 de enero, el día que la DGT ha fijado como un gran cambio en la seguridad de nuestras carreteras. Las luces V-16 llevan meses siendo tema de conversación, aunque a pesar de que solo faltan unas cuantas semanas para que sean obligatorias, siguen siendo una incógnita para miles de conductores..
Los concesionarios y tiendas de recambios están viviendo una auténtica locura estos días. Lo que debería ser una transición tranquila hacia una tecnología más segura se ha convertido en una carrera de obstáculos llena de desinformación, miedos y un mercado saturado de productos que no siempre cumplen lo que prometen. Si tú también tienes dudas sobre si la luz que has visto en oferta es la correcta o si la DGT va a saber dónde estás cada vez que coges el coche, no estás solo.
2Dudas técnicas: batería, frío y calor
Es lógico tener dudas sobre la fiabilidad de un dispositivo electrónico que va a pasarse meses, o quizás años, olvidado en la guantera del coche soportando los veranos a cuarenta grados y las heladas invernales. Justo por eso, la tecnología detrás de las balizas homologadas ha tenido que superar pruebas muy exigentes.
Los modelos recomendados de balizas V-16 suelen llevar baterías recargables o pilas de larga duración diseñadas para aguantar el paso del tiempo sin degradarse en exceso, aunque lo ideal es revisar su estado de vez en cuando, igual que revisas la presión de las ruedas. Además, la homologación exige que funcionen en rangos de temperatura extremos, asegurando que ya estés en una carretera de montaña bajo cero o en una autovía del sur en pleno agosto, la luz se encenderá.
El sistema de fijación también ha generado preguntas. La mayoría utiliza imanes potentes en la base. La idea es que sea un gesto instintivo que puedas hacer con una sola mano y sin fuerza. Al acercarla al techo metálico, se pega sola y se activa automáticamente. Es un diseño pensado para situaciones de estrés, donde lo último que necesitas es pelearte con interruptores complicados o montajes difíciles mientras los camiones te pasan rozando.








