La DGT acaba de reconocer algo de lo que todo el mundo lleva hablando meses. Un aspecto relacionado con las nuevas balizas de emergencia que serán obligatorias dentro de un mes.
Es un dato que en los círculos técnicos, los agentes de tráfico e incluso el público general se lleva diciendo, y que por fin ha salido a la luz pública de manera oficial. No te vas a sorprender cuando veas lo que es, aunque lo que sorprende de verdad es que la DGT lo reconozca.
1Las luces V-16 y su funcionamiento durante el día
Desde que se decidió tomar la medida, todo parecía perfecto sobre el papel. Sustituir los viejos triángulos de emergencia por una señal luminosa evita que tengas que bajarte del coche y caminar por el arcén, una acción que ha costado demasiadas vidas en los últimos años.
La teoría dice que estas balizas V-16 tienen una intensidad lumínica suficiente para ser vistas a gran distancia, alertando al resto de usuarios de la vía de que hay un obstáculo en el camino mucho antes de que lleguen a él. Pero hay un enemigo natural con el que la tecnología LED tiene una batalla perdida: la luz solar directa.
La propia DGT ha reconocido que la visibilidad real de estas balizas a plena luz del día no es la que imaginábamos. Según informaciones técnicas y análisis recogidos por medios especializados, la realidad se impone a la teoría. En un día despejado, el alcance efectivo visual de estas luces se reduce muchísimo. No estamos hablando de un pequeño margen de error, sino de que la señal luminosa podría ser perceptible apenas a unos 50 metros de distancia.
Para que entiendas la gravedad de este dato, tenemos que ponerlo en contexto con la velocidad a la que circulamos. Imagina que vas conduciendo por una autovía a 120 kilómetros por hora. A esa velocidad, tu coche recorre más de 33 metros cada segundo. Si la luz de emergencia del coche averiado que tienes delante solo es visible cuando estás a 50 metros, significa que tienes menos de dos segundos desde que tu cerebro procesa el estímulo visual hasta que llegas a la altura del obstáculo. Es un tiempo de reacción justo, por no decir insuficiente, si no estás prestando una atención absoluta a la carretera.
Este reconocimiento por parte de las autoridades confirma lo que el sentido común y algunos expertos en óptica ya sospechaban. La luz del sol es tan potente que elimina los destellos de los LED de las balizas actuales. El contraste necesario para que el ojo humano detecte la alerta se pierde cuando la luz ambiente es demasiado intensa. Esto no significa que el dispositivo no funcione o que esté estropeado, sino que sus capacidades físicas de aviso visual tienen limitaciones en ciertas condiciones ambientales que se dan muy a menudo en nuestro país.








