Conducir no es solo desplazarse de un punto a otro. Es una declaración de independencia. Sin embargo, a todos los conductores nos surgen dudas cuando sentimos que los reflejos no son los de antes o cuando conducir de noche empieza a cansar más de la cuenta. Pero la DGT no duda en absoluto, y tiene muy claro cuándo deberías empezar a plantearte soltar el volante.
Tal vez te sorprenda cuál es esa edad, porque está mucho más cerca de lo que crees. Sigue leyendo, porque lo que te voy a contar puede cambiar tu forma de entender tu futuro en la carretera.
3Señales de que es hora de parar
Más allá de lo que diga la DGT o la fecha de tu carnet, hay indicadores en tu día a día que te están avisando de que es el momento de pasar a otro asiento y dejar el volante.
Si notas que los otros conductores te pitan con frecuencia o te hacen gestos de desaprobación, puede que estés cometiendo errores de los que no eres consciente. Otra señal clara es sentir ansiedad o estrés antes de coger el coche. Si conducir ha dejado de ser un placer para convertirse en una fuente de preocupación, es tu cerebro avisando de que no se siente capaz de procesar toda la información de la carretera a la velocidad necesaria.
También debes prestar atención si te pierdes en trayectos conocidos o si te cuesta calcular las distancias al aparcar o al incorporarte a una rotonda. Esos pequeños roces en la carrocería del coche, o esos sustos en los cruces, son avisos serios.
La DGT advierte que la pérdida de la capacidad de atención dividida es crucial. Conducir requiere hacer muchas cosas a la vez y, si te cuesta mantener una conversación mientras conduces o te distraes con facilidad, estás en la zona de peligro recomendada para el cese de la actividad.
Hay vida más allá del volante. Dejar de conducir a la edad recomendada por la DGT no significa el fin de tu vida social ni de tu libertad. Hoy en día existen multitud de alternativas que te permiten seguir moviéndote sin necesidad de asumir el estrés y el riesgo de conducir. El transporte público, los taxis y las nuevas plataformas de movilidad son opciones estupendas y, a la larga, mucho más económicas que mantener un vehículo propio con sus seguros, impuestos, combustible y mantenimiento.
A partir de los 70 años, el coche puede convertirse más en una carga que en una herramienta. Liberarte de esa responsabilidad puede ser, paradójicamente, una nueva forma de libertad. Además, caminar y utilizar el transporte público te mantiene más activo y te conecta más con tu entorno.
La seguridad vial depende de que todos sepamos cuál es nuestro lugar en la carretera, en cada momento de nuestra vida.








