La noche del 31 de diciembre es una de las más esperadas de todo el año. Es momento de dejar atrás lo malo, brindar por lo bueno que vendrá y compartir momentos con familia y amigos. Sin embargo, es muy fácil cometer algún exceso, y la DGT quiere evitar que, en medio de la cena, las uvas y los brindis, te subas al coche y conduzcas bajo los efectos del alcohol.
Y es que beber de más en Nochevieja es bastante fácil. Te sirven una copa de vino, luego llega el cava para el brindis y quizá alguien te ofrece un licor después del postre. Muchos conductores creen que conocen muy bien su cuerpo y que saben dónde está su tope, pero la realidad es que hay un punto exacto en el que pasas de estar legalmente apto para conducir a convertirte en un peligro para ti y para los demás, además de exponerte a una multa que podría arruinarte el comienzo del año.
1Los límites de la DGT y cómo reacciona tu cuerpo al primer brindis
En España, la norma es muy clara pero a veces genera confusión entre los conductores más jóvenes y los veteranos. Si eres un conductor con más de dos años de experiencia, el límite de alcohol en aire que marca la DGT es de 0,25 miligramos por litro. Si prefieres medirlo en sangre, el límite es de 0,5 gramos por litro.
Pero si acabas de sacar el carnet y eres novel, o si eres un profesional del transporte, las reglas son todavía más estrictas. En ese caso, solo puedes tener 0,15 miligramos en aire o 0,3 gramos en sangre.
Es importante recordar que tu cerebro empieza a notar los efectos del alcohol mucho antes de que te sientas borracho. Incluso con una tasa pequeña, tu capacidad para calcular las distancias empeora y tu tiempo de reacción se vuelve mucho más lento.
Cuando bebes algo, el alcohol pasa rápidamente a tu sangre y se reparte por todo el cuerpo, llegando de forma casi inmediata a tu cerebro.
Imagina que bebes solo una cerveza o una copa de vino en la cena de Nochevieja. Para un hombre que pese unos setenta kilos, solo puede llevarle a una tasa de entre 0,2 y 0,3. Si eres una mujer de unos sesenta kilos, esa misma copa de vino puede disparar tu tasa por encima del límite legal fijado por la DGT. Esto sucede porque el cuerpo femenino suele tener menos agua y una composición diferente que hace que el alcohol se concentre mucho más rápido. Por tanto, lo que para tu amigo es un brindis inofensivo, para ti puede ser un positivo en un control de carretera








