El objetivo de la DGT es garantizar que los conductores se comporten bien en la carretera, aunque es consciente de que hay conductas que vemos a diario en nuestras carreteras que no implican solo una multa, sino que son delitos en toda regla, con penas de prisión, trabajos en beneficio de la comunidad y la retirada del permiso de conducir durante años.
¿Dónde está la línea entre una infracción administrativa y un delito contra la seguridad vial? ¿Tienes claro qué gestos habituales en el coche te pueden llevar a un proceso penal? La DGT explica la lista de las acciones más comunes que, si superan un determinado umbral, te convierten en un criminal.
3Creación de un grave riesgo para la circulación
Este es un delito que no siempre implica que el acusado esté conduciendo, sino que se refiere a cualquier persona que, de forma intencionada, cree un grave riesgo para la circulación de vehículos. Esto incluye acciones como:
- Colocar obstáculos imprevisibles en la vía.
- Derramar sustancias peligrosas o deslizantes (aceite, sustancias inflamables, etc.).
- Anular o modificar señales de tráfico.
La pena es de prisión de seis meses a dos años o multa, más trabajos en beneficio de la comunidad.
La DGT y el Código Penal ofrecen un mensaje claro: lo que antes podía considerarse una infracción de tráfico y resolverse con una simple multa en la mayoría de los casos, ahora te puede llevar a una sala de juicios. No se trata solo de la sanción, sino de los antecedentes penales y la posible entrada en prisión. Tu seguridad y tu libertad están en juego.
