¿Recuerdas cuando llenar el depósito era un trámite rutinario y no un pequeño drama? Pues prepara la cartera. A partir de 2027, repostar diésel podría convertirse en un lujo. La Unión Europea ha decidido poner precio a la contaminación con una medida que promete revolucionar y encarecer la vida de los conductores. Lo llaman ‘derechos de emisión’, pero será una nueva factura disfrazada de compromiso verde.
El objetivo es reducir las emisiones de CO2 y empujar a la ciudadanía hacia una movilidad más limpia. Pero la realidad es que este cambio golpeará directamente a los bolsillos de millones de europeos. El diésel será el gran damnificado: su precio podría escalar hasta rozar los 2 € por litro. Y esta vez no será culpa del petróleo ni de una guerra… sino del aire que respiramos.
4El futuro del diésel: ¿una especie en extinción?

Ante este escenario, el diésel parece tener los días contados como opción de movilidad económica. Sus ventas de coches ya llevan años cayendo en Europa, y medidas como el ETS2 no harán más que acelerar esa tendencia. Para muchos conductores, cambiar a un híbrido o eléctrico ya no será una cuestión de conciencia ecológica, sino de pura supervivencia económica.
No obstante, la transición no será fácil. En muchos países, especialmente del sur de Europa, el parque automovilístico sigue dependiendo mayoritariamente del diésel. Y la infraestructura de carga eléctrica todavía está lejos de poder absorber un cambio masivo. La paradoja es evidente: se penaliza el uso del diésel antes de que existan alternativas realistas para todos los ciudadanos.