¿Recuerdas cuando llenar el depósito era un trámite rutinario y no un pequeño drama? Pues prepara la cartera. A partir de 2027, repostar diésel podría convertirse en un lujo. La Unión Europea ha decidido poner precio a la contaminación con una medida que promete revolucionar y encarecer la vida de los conductores. Lo llaman ‘derechos de emisión’, pero será una nueva factura disfrazada de compromiso verde.
El objetivo es reducir las emisiones de CO2 y empujar a la ciudadanía hacia una movilidad más limpia. Pero la realidad es que este cambio golpeará directamente a los bolsillos de millones de europeos. El diésel será el gran damnificado: su precio podría escalar hasta rozar los 2 € por litro. Y esta vez no será culpa del petróleo ni de una guerra… sino del aire que respiramos.
3Cuando el aire se convierte en negocio

El precio de los derechos de emisión se determinará mediante subastas, lo que abre la puerta a la especulación. Grandes empresas podrían comprar derechos en masa como inversión, anticipando futuras subidas y generando artificialmente un encarecimiento del mercado. De hecho, Bloomberg NEF ya prevé que su precio pueda alcanzar los 122 € por tonelada de CO2 en 2030, más del doble de la estimación inicial.
¿Qué significa eso en términos reales? Que la subida en el precio del diésel podría superar los 25 céntimos por litro, y en escenarios más agresivos, incluso acercarse al medio euro. En ese contexto, pagar 2 €/L dejaría de ser una exageración para convertirse en una triste realidad. Además, el ETS2 también afectará al precio del gas, generando un efecto dominó en toda la cadena energética.