Los coches chinos suponen el 9,5% de las ventas en España, casi el doble de la media de la Unión Europea, donde se sitúan en un 5,5%. Y hay varias marcas que concentran prácticamente el 95% del mercado; en concreto, MG, BYD, Omoda, Jaecoo, Ebro y Leapmotor.
Son algunos de los datos que ha revelado Ganvam, la patronal de los vendedores de automóviles, quien ha analizado en su informe GANVAM-DAT el impacto de las marcas de coches chinas en el mercado español.
Los automóviles chinos están colándose con fuerza en nuestras carreteras gracias a una oferta caracterizada por su equipamiento y tecnología avanzada a precios muy competitivos. Una estrategia comercial que, según explican desde Ganvam, hace también que mantengan un importante valor residual.

El valor residual de los coches chinos, a la altura del de las marcas generalistas
De hecho, según los datos que manejan, los coches chinos conservan de media el 60,7% de su valor inicial pasados tres años, una cifra que no está muy alejada del 65,5% de valor residual que mantienen las marcas generalistas pasado ese tiempo desde la compra. Todo ello teniendo en cuenta que se calcula que los coches pierden entre un 10 y un 20% de su valor tras su matriculación y la depreciación en los cinco primeros años puede estar en torno al 40% o 60%.
Según se recoge en el índice GANVAM-DAT, referencia oficial del valor de los vehículos usados en los canales de venta, financieras, aseguradoras o administraciones públicas, entre otras entidades, por tipo de motorización, los coches chinos de gasolina conservan un 72,96% de valor pasados tres años. A estos le siguen los híbridos eléctricos, con un 75,82%; los eléctricos, con un 66,04%; y los híbridos enchufables, con un 68,84%. Cifras que tampoco están tan lejos de las de los coches premium, que sitúan su retención de valor en un 68,31%.

Los particulares apuestan por las marcas chinas
El avance de las marcas chinas en el mercado español se explica no solo por su papel clave en la transición hacia la electromovilidad por su oferta asequible, pero el éxito en nuestro país se debe a una oferta diversificada «para responder al comprador particular español que sigue mostrando preferencia por los motores de combustión e híbridos», explican en Ganvam.
En concreto, casi el 70% de las ventas de coches chinos se localiza en el canal particular -frente al 46,3% de la media del mercado- y su crecimiento en nuestro país se apoya en los modelos de gasolina, que suponen el 38% de sus ventas, seguido de los híbridos enchufables, que representan el 27% y de los eléctricos puros (17% de sus ventas).
Según las cifras, los híbridos no enchufables chinos, aunque representan el 17% de sus ventas, apenas suponen el 3,9% del mercado total en España, lo que evidencia el buen posicionamiento de las marcas europeas en esta motorización.

Precisamente este mix de ventas, en el que los modelos electrificados tienen tanta presencia (44%), es otro de los factores que explica la mayor depreciación del conjunto de las marcas chinas. «La rápida evolución de la tecnología eléctrica y una reducción progresiva del precio de los eléctricos nuevos en los últimos años ejerce una presión adicional que empuja a la baja el valor de los modelos chinos en el mercado de segunda mano», explican desde Ganvam.
El análisis ha tenido en cuenta a aquellas marcas identificadas y reconocidas como de origen chino, basándose no solo en el lugar de fabricación, sino en la procedencia corporativa y la identidad comercial de las marca. Dentro de este grupo se incluyen más de 26 marcas presentes actualmente en España. Entre ellas destacan: MG, BYD, Omoda, Ebro, Jaecoo, Leapmotor, Lynk & Co, EVO, Polestar, Shineray, Xpeng, DFSK, Livan, Dongfeng, FAW, Seres, Yudo, BAIC, Voyah, DR, Skywell, ICH-X, Denza, Maxus, Arcfox y Aiways.








