Para quienes conducen a diario, hay manías que se vuelven rutina sin que nadie se plantee si son realmente seguras. Es lo que le ocurría a Lucía, una joven comercial que recorre cientos de kilómetros cada semana y que, por costumbre, nunca llenaba el depósito más allá de medio tanque. «Total, mañana vuelvo a echar», pensaba. Hasta que una patrulla de la Guardia Civil la detuvo en una jornada de fuertes nevadas y le explicó por qué esa costumbre podía convertirse en un riesgo real.
Su caso no es aislado. Muchos conductores ignoran que viajar en invierno exige una preparación más cuidadosa. El frío, la nieve o el hielo pueden transformar un trayecto rutinario en una situación complicada en cuestión de minutos. Por eso, la Guardia Civil insiste cada año en sus recomendaciones para poder afrontar con garantías la adversa meteorología del invierno.
5Sentido común: la mejor herramienta según la Guardia Civil
Una vez en marcha, la conducción debe adaptarse al estado de la vía. La Guardia Civil recuerda que en nieve o hielo es fundamental aumentar la distancia de seguridad, evitar maniobras bruscas y recurrir al freno motor para no bloquear ruedas. Igualmente importante es circular por el carril derecho en vías de doble calzada, dejando libre el izquierdo para las quitanieves y los vehículos de emergencia.
Los niveles de alerta por colores —verde, amarillo, rojo y negro— indican el grado de peligrosidad y las restricciones aplicables. Ignorar estas señales puede costar caro; ya no solo en multas, sino en seguridad. Como señalan los agentes de la Benemérita, el sentido común es la mejor herramienta en estos casos.








