Para quienes conducen a diario, hay manías que se vuelven rutina sin que nadie se plantee si son realmente seguras. Es lo que le ocurría a Lucía, una joven comercial que recorre cientos de kilómetros cada semana y que, por costumbre, nunca llenaba el depósito más allá de medio tanque. «Total, mañana vuelvo a echar», pensaba. Hasta que una patrulla de la Guardia Civil la detuvo en una jornada de fuertes nevadas y le explicó por qué esa costumbre podía convertirse en un riesgo real.
Su caso no es aislado. Muchos conductores ignoran que viajar en invierno exige una preparación más cuidadosa. El frío, la nieve o el hielo pueden transformar un trayecto rutinario en una situación complicada en cuestión de minutos. Por eso, la Guardia Civil insiste cada año en sus recomendaciones para poder afrontar con garantías la adversa meteorología del invierno.
4Un kit de emergencia que te puede salvar el viaje
Lucía reconoció que aquel día no llevaba cadenas para la nieve ni ropa de abrigo. «Siempre pienso que voy a estar poco rato en el coche», admite. Los agentes de la Guardia Civil aprovecharon para recordarle que, frente a la imprevisibilidad del invierno, un pequeño kit de emergencia puede marcar la diferencia.
Lo recomendable es llevar mantas, agua, comida no perecedera, una linterna, una rasqueta para el hielo y, a ser posible, una pequeña pala. Y por supuesto, cadenas o neumáticos de invierno, imprescindibles y, en ocasiones, obligatorios según el código de color de la nieve en la carretera. Todo ello cabe en el maletero y puede evitar situaciones realmente peligrosas.








