Para quienes conducen a diario, hay manías que se vuelven rutina sin que nadie se plantee si son realmente seguras. Es lo que le ocurría a Lucía, una joven comercial que recorre cientos de kilómetros cada semana y que, por costumbre, nunca llenaba el depósito más allá de medio tanque. «Total, mañana vuelvo a echar», pensaba. Hasta que una patrulla de la Guardia Civil la detuvo en una jornada de fuertes nevadas y le explicó por qué esa costumbre podía convertirse en un riesgo real.
Su caso no es aislado. Muchos conductores ignoran que viajar en invierno exige una preparación más cuidadosa. El frío, la nieve o el hielo pueden transformar un trayecto rutinario en una situación complicada en cuestión de minutos. Por eso, la Guardia Civil insiste cada año en sus recomendaciones para poder afrontar con garantías la adversa meteorología del invierno.
3Qué hacer si te quedas inmovilizado: los consejos oficiales
Los agentes recordaron a Lucía los pasos que debe seguir todo conductor si se ve bloqueado por una nevada. En primer lugar, debe quedarse dentro del vehículo. Allí es donde estamos más seguros. Con el motor encendido, pero renovando de vez en cuando el aire y comprobando que el tubo de escape esté libre para evitar la acumulación de gases.
También es vital mantenerse informado. Como recalca la Guardia Civil, es imprescindible que el móvil vaya bien cargado de batería. Junto con la radio permite conocer la situación de la carretera, los niveles de alerta y las indicaciones de los equipos de emergencia. Si por algún motivo debemos abandonar el vehículo, se debe señalizar para evitar accidentes y llamar al 112 o al 062 para informar de la situación.








