El Weather Tech Raceway Laguna Seca, uno de los circuitos más exigentes y emblemáticos del mundo, vuelve a ser escenario de una intensa rivalidad entre dos marcas artesanales de hiperdeportivos: Koenigsegg y Czinger. El récord de vuelta rápida para un vehículo de producción homologado para calle ha cambiado de manos repetidamente en los últimos años, y actualmente lo ostenta el Czinger 21C con un asombroso tiempo de 1:22,30, logrado hace solo unos días. Esta disputa, que roza lo personal entre las firmas sueca y californiana, comenzó en 2021 cuando Czinger irrumpió con su 21C, marcando un tiempo de 1:25,44 y superando al McLaren Senna. Desde entonces, ambos fabricantes no han dejado de alternarse el título, demostrando el extraordinario nivel de sus creaciones.
La escalada empezó a intensificarse en 2024. Durante la Monterey Car Week de agosto, Koenigsegg contraatacó con el Jesko, bajando el crono a 1:24,86. La casa de California respondió casi de inmediato con una mejora a 1:24,75. A principios de 2025, la marca estadounidense emprendió un tour por circuitos icónicos de EE.UU. para pulverizar récords, y en Laguna Seca rebajó su propia marca hasta 1:24,39. Sin embargo, en noviembre Koenigsegg recuperó la ventaja con el Sadair’s Spear, parando el reloj en 1:24,16, aunque con ciertas limitaciones: un silenciador para cumplir el límite de 90 decibelios que afectaba la aerodinámica y el reparto de pesos, además de llantas forjadas de aluminio en lugar de las más ligeras de fibra de carbono.
Marcas de renombre no se la juegan a entrar en esta lucha entre Koenigsegg y Czinger
Czinger no tardó en reaccionar. Cumpliendo su promesa pública, volvió a pista recientemente y destrozó el registro anterior con un 1:22,30, recortando casi dos segundos al tiempo de Koenigsegg. Este “tiempazo” pone el listón altísimo y obliga a la marca sueca a preparar una respuesta en igualdad de condiciones, sin las restricciones que mermaron su intento anterior. El Czinger 21C, con su sistema de propulsión híbrido con 1.374 CV y apenas 1.250 kilos de peso, combina una aerodinámica extrema y un habitáculo inspirado en un caza de combate, lo que le permite exprimir cada curva del trazado californiano.
Esta apasionante lucha entre Koenigsegg y Czinger se ha convertido en un espectáculo único para los amantes de los hiperdeportivos, mientras otras grandes marcas como Ferrari o McLaren observan desde la distancia sin atreverse a entrar en la pelea con modelos como el F80 o el W1. Superar el actual 1:22,30 parece una misión casi imposible para la mayoría, aunque en el horizonte asoma una posible amenaza: una versión homologada para calle del McMurtry Spéirling, el eléctrico que ya domina récords en otros circuitos. Si finalmente llega, podría sumarse como tercer contendiente y elevar aún más esta fascinante batalla por la supremacía en Laguna Seca.
