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martes, 25 noviembre 2025

3 consejos para que tus neumáticos de invierno te duren más de 50.000 kilómetros y estén como el primer día

¿Quieres que tus neumáticos de invierno ofrezcan seguridad, agarre y un kilometraje excepcional? Basta con seguir tres sencillos hábitos. En este artículo, te explicamos cómo cuidarlos para que te acompañen durante varias temporadas.

Al llegar el frío, los conductores que se mueven por zonas de montaña o estaciones de esquí saben de la importancia de los neumáticos de invierno. Este tipo de gomas están diseñadas para rendir a temperaturas por debajo de los 7 °C, cuando los compuestos convencionales se endurecen y pierden agarre. Su flexibilidad, dibujo específico y capacidad para evacuar agua, nieve y hielo los convierten en una pieza clave para circular con confianza.

Pero no basta solo con tener neumáticos de invierno. Como el resto de componentes, también necesitan cuidados, revisiones y ciertos hábitos de conducción para que duren lo máximo posible. Firmas como Goodyear llevan años mejorando su eficiencia, durabilidad y seguridad, pero su vida útil también dependerá de cómo los tratemos día a día. Con la atención adecuada, estos neumáticos pueden superar los 50.000 km manteniendo su rendimiento prácticamente intacto.

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Comprueba daños y desgaste

Grietas y podredumbre
Fuente propia

Antes de volver a montar tus neumáticos de invierno, revísalos. Busca grietas, golpes, irregularidades en el dibujo o signos de envejecimiento. Incluso los neumáticos no usados pueden estropearse si no se almacenan bien, así que la revisión es esencial. Comprueba también la fecha de fabricación: aunque un neumático pueda parecer en buen estado, lo ideal es no utilizarlos más allá de los 6 o 7 años, ya que los compuestos pierden propiedades con el tiempo.

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Si detectas daños o desgaste inferior a los 4 mm, lo más prudente es sustituirlos. Circular con neumáticos envejecidos o excesivamente desgastados compromete la seguridad, especialmente en superficies heladas o nevadas, donde el agarre es crítico. Cambiarlos a tiempo no solo protege a los ocupantes del vehículo, sino que mantiene el rendimiento y la estabilidad que esperas de unos neumáticos diseñados para condiciones extremas.

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