comscore
viernes, 31 octubre 2025

Hasta un 25 por ciento de conductores admiten usar el móvil al volante… y no son todos

El móvil se ha convertido en una herramienta indispensable, pero también en una amenaza silenciosa dentro del coche. Conducir distraído equivale a hacerlo bajo los efectos del alcohol, y aunque las multas ayudan, el verdadero cambio depende de cada conductor

Cada día, miles de conductores en España cometen una infracción tan habitual como peligrosa: usar el móvil mientras conducen. Ya sea para responder un mensaje, consultar un mapa o cambiar la música, este gesto —aparentemente inocuo— se ha convertido en una de las causas más frecuentes de accidentes de tráfico en nuestro país. De hecho, según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico, la distracción por el uso del teléfono móvil al volante está detrás de una de cada tres muertes en carretera. Y lo peor es que no se trata de una conducta aislada: hasta un 25% de los conductores reconoce hacerlo de forma habitual, aunque las sanciones se han endurecido y las campañas de concienciación son cada vez más insistentes.

La paradoja es evidente. Conducimos vehículos cada vez más seguros y conectados, pero seguimos sin prestar la atención que merecen los segundos decisivos al volante. La dependencia tecnológica y la necesidad de inmediatez han convertido al móvil en una extensión de nuestra mano, incluso cuando no deberíamos tocarlo. La DGT alerta de que apartar la vista de la carretera durante solo 3 segundos a 120 km/h equivale a recorrer más de 100 metros a ciegas.

4
Las nuevas tecnologías de vigilancia: cámaras y radares inteligentes

aire acondicionado o ventanillas bajadas
Fuente: Freepik

Para frenar esta peligrosa tendencia, la DGT ha comenzado a desplegar radares de distracción equipados con inteligencia artificial. Estos sistemas, ya en funcionamiento en comunidades como Madrid, Galicia o Andalucía, son capaces de detectar si un conductor sujeta el móvil mientras conduce, incluso a alta velocidad. Las imágenes son analizadas por un algoritmo que identifica comportamientos sancionables, y posteriormente validadas por un agente.

Este tipo de tecnología forma parte del nuevo modelo de vigilancia proactiva de la DGT, que pretende reducir un 50% las muertes por distracción antes de 2030. Además, las ciudades están incorporando cámaras urbanas en semáforos y pasos de peatones para multar a quienes usan el móvil mientras conducen en vías urbanas. El objetivo no es solo sancionar, sino disuadir: que el simple hecho de pensar en una multa nos haga dejar el teléfono donde debe estar, fuera de nuestras manos.

Publicidad
Siguiente
Publicidad