Los últimos meses del año son una de las épocas con más riesgo para la seguridad vial.Fenómenos meteorológicos como la lluvia, el viento, la nieve o la niebla convierten la carretera en una trampa mortal para los conductores. El mal tiempo complica, y mucho la circulación, y los datos de accidentalidad así lo evidencian.
Entre 2013 y 2024, se registraron más de 134.000 accidentes relacionados con circunstancias meteorológicas adversas, que han dejado 1.614 personas fallecidas y cerca de 180.000 heridas, de las cuales 8.000 requirieron hospitalización por la gravedad de sus lesiones. Esto supone que una de cada 10 muertes en carretera está relacionada con el mal tiempo.
Así lo pone de manifiesto el estudio, «Cuidado, mal tiempo. Influencia de la meteorología adversa en los accidentes de tráfico» elaborado por la Fundación Línea Directa en colaboración con Fesvial, que analiza la accidentalidad en una década e incluye entrevistas a 1.700 conductores.
Un trabajo que también evidencia una carencia formativa alarmante: el 90% de los conductores reconoce no estar preparado para enfrentarse a la conducción cuando las condiciones climáticas se complican. Esta falta de formación se traduce en comportamientos de riesgo que multiplican la peligrosidad en carretera.

Conductores imprudentes
Las cifras hablan por sí solas: el 73% de los conductores ha vivido situaciones de riesgo en carretera debido al mal tiempo, y el 38% confiesa experimentar ansiedad e inseguridad al conducir bajo estas condiciones. La falta de visibilidad (44%) y el aquaplaning (25%) son los factores que más miedo generan entre los conductores.
Pese a reconocer los riesgos, los datos sobre comportamiento al volante resultan sorprendentes. 6,2 millones de conductores (el 22%) admiten cometer infracciones cuando hay mal tiempo, siendo el exceso de velocidad y no respetar la distancia de seguridad las más habituales. Aún más grave: 3,7 millones de personas (13%) circulan con meteorología adversa a pesar de que su vehículo sea viejo o tenga un mantenimiento deficiente.
Lluvia y niebla: los enemigos más letales

El análisis revela que la lluvia está presente en 6 de cada 10 accidentes con mal tiempo (66%), seguida de la niebla ligera (20%) y el viento fuerte (7%). Sin embargo, cuando se habla de letalidad, la niebla intensa se convierte en la peor trampa para los conductores: los accidentes con esta condición duplican la tasa de fallecimientos respecto a un siniestro convencional.
Los meses de octubre a diciembre concentran la mayor parte de los siniestros y el viernes es el día de la semana más peligroso; aunque la mayoría de accidentes ocurren de día, la probabilidad de muerte se dispara durante la noche.
«Con lluvia, un coche que circula a 90 km/h puede necesitar hasta 32 metros más para detenerse», advierte Mar Garre, directora general de la Fundación Línea Directa. «De cara a los desplazamientos de Navidad, queremos recordar a los conductores que, con meteorología adversa, es vital mantener la prudencia, tener el coche en buen estado, moderar la velocidad y aumentar la distancia de seguridad para evitar riesgos innecesarios».
Norte versus sur: un mapa de contrastes

El estudio traza un mapa revelador sobre la distribución geográfica de los accidentes en los que se ven implicados los conductores cuando hay mal tiempo. Galicia lidera el ranking, con un 19,9% de sus fallecidos en carretera relacionados con la meteorología adversa, seguida de Asturias (18%) y Navarra (15,5%), todas muy por encima de la media nacional del 9,5%.
En el extremo opuesto se sitúan la Región de Murcia (2,8%) y Canarias (3,7%), territorios donde las condiciones meteorológicas adversas tienen menor incidencia. Esta brecha entre el norte y el sur del país refleja las diferencias climáticas que condicionan la conducción en cada zona.
Los tramos más peligrosos con mal tiempo para los conductores
El análisis también identifica los puntos negros del país para conducir con mal tiempo. La B-10 en Barcelona (km 0,1-17,0) encabeza la lista con 12 fallecidos, seguida de otro tramo de la misma carretera, la C-14 en Lleida, la N-VI en Segovia y la AC-552 en A Coruña.
Por otro lado, el estudio permite trazar una radiografía clara del tipo de accidente: el conductor involucrado suele ser hombre (72%), de unos 40 años, que conduce un turismo de aproximadamente 11 años de antigüedad. El 66% de los accidentes ocurre en entornos urbanos, aunque la letalidad aumenta notablemente en carreteras interurbanas, especialmente en carreteras convencionales, ramales y vías de servicio.
En cuanto al tipo de accidente, las colisiones frontolaterales predominan en ciudad, mientras que los alcances son más frecuentes en carretera. Sin embargo, los atropellos registran la mayor letalidad independientemente del tipo de vía. Los accidentes que involucran camiones presentan una letalidad del 3,6%, la más elevada según el tipo de vehículo.







