En una época en la que la movilidad eléctrica y la tecnología dominan el sector del automóvil, los vehículos clásicos siguen siendo un refugio para los amantes del motor más auténtico. Coches con historia, con alma y con un encanto que los modelos modernos difícilmente pueden igualar. Y si hay una región en España donde esta pasión se vive con fuerza, esa es la Comunidad de Madrid.
Cada mes, cientos de aficionados se reúnen para compartir su devoción por los coches antiguos en concentraciones que ya son parte del calendario habitual. Eventos donde se respira gasolina, se escuchan motores que suenan a otra época y se comparten anécdotas entre generaciones. Desde Torrejón de Ardoz hasta Navalcarnero, pasando por Alcalá de Henares o Villaviciosa de Odón, Madrid se ha convertido en un auténtico epicentro para los fanáticos de los clásicos.
5Por qué las concentraciones de clásicos triunfan en Madrid
El auge de las concentraciones de coches clásicos en la Comunidad de Madrid no es casualidad. La región cuenta con una comunidad muy activa de aficionados, clubes y asociaciones que dedican su tiempo y esfuerzo a mantener viva la historia del automóvil.
Pero más allá del simple interés por los vehículos, estos encuentros se han convertido en verdaderos puntos de encuentro cultural y social. Asisten familias, curiosos, jóvenes que descubren los coches de sus abuelos y veteranos que reviven recuerdos al escuchar el rugido de un motor antiguo. El ambiente es siempre cordial y abierto, lo que contribuye a que cada edición sea un éxito.








