En una época en la que la movilidad eléctrica y la tecnología dominan el sector del automóvil, los vehículos clásicos siguen siendo un refugio para los amantes del motor más auténtico. Coches con historia, con alma y con un encanto que los modelos modernos difícilmente pueden igualar. Y si hay una región en España donde esta pasión se vive con fuerza, esa es la Comunidad de Madrid.
Cada mes, cientos de aficionados se reúnen para compartir su devoción por los coches antiguos en concentraciones que ya son parte del calendario habitual. Eventos donde se respira gasolina, se escuchan motores que suenan a otra época y se comparten anécdotas entre generaciones. Desde Torrejón de Ardoz hasta Navalcarnero, pasando por Alcalá de Henares o Villaviciosa de Odón, Madrid se ha convertido en un auténtico epicentro para los fanáticos de los clásicos.
2Alcalá de Henares: historia sobre ruedas en una ciudad Patrimonio de la Humanidad
Apenas unos kilómetros separan Torrejón de Alcalá de Henares, pero la atmósfera cambia por completo. La ciudad natal de Cervantes acoge cada segundo domingo de mes una de las concentraciones más pintorescas de la región: la del Club Clásicos Alcalá.
El evento tiene lugar en el Recinto Ferial de Alcalá, y reúne a decenas de coches y motos que parecen sacados de una película de época. Es habitual ver modelos como el Citroën DS Tiburón, el Jaguar E-Type o incluso algún Fiat 500 perfectamente restaurado. Lo mejor es el entorno: los vehículos desfilan por el casco histórico, entre calles empedradas y edificios renacentistas, ofreciendo un contraste espectacular entre pasado y presente.
Además, la concentración de Alcalá suele tener un carácter solidario. En varias ediciones se han recogido alimentos o fondos para causas benéficas, demostrando que el amor por los clásicos también puede tener un fin social.








