¿Te has fijado alguna vez en la combinación de letras y números que aparecen en la documentación de tu coche o en el propio motor? AFN, OM, N47, K9K… A priori, simples etiquetas, pero en realidad dicen mucho más del ‘corazón’ de tu vehículo, de su historia y dan pistas sobre la fiabilidad.
Estos códigos indican el fabricante y la serie del motor, pero también cómo están construidos, su diseño, cilindrada y, en muchos casos, también los problemas que podríamos esperar de ellos. Si estás pensando comprar un coche de segunda mano, o directamente quieres entender mejor el que ya tienes, te contamos todo lo que debes saber.
Y no son malas noticias, sino todo lo contrario. Algunos de estos propulsores han pasado a la historia por ser prácticamente indestructibles, aunque solo si le haces un buen mantenimiento. Toma nota de lo que significan los códigos, porque te van a durar miles de kilómetros (y tu bolsillo te lo va a agradecer).
Los códigos de motor que son sinónimo de fiabilidad

Los motores etiquetados con ciertos códigos son reconocidos en todo el mundo por su fiabilidad. Por ejemplo, AFN, OM y K9K son algunos de los más famosos. Cada uno tiene su historia, pero todos tienen en común que son muy fiables.
AFN, la leyenda de Volkswagen
El motor AFN es un diésel de 1.9 litros usado en modelos como el Golf, el Passat o el Audi A3. Es sencillo desde el punto de vista de la mecánica, robusto y puede superar fácilmente los 400.000 kilómetros si le haces un buen mantenimiento.
Hay conductores que lo consideran indestructible, porque es económico, eficiente y fiable. Una combinación que hoy no es tan fácil de encontrar.
OM, la precisión alemana
Los motores OM de Mercedes-Benz abarcan una gama de diésel de 4 y 5 cilindros. Son famosos por su fiabilidad y pueden superar los 500.000 km con el mantenimiento adecuado.
Tienen un diseño bastante robusto, a lo que se suma la ingeniería de precisión alemana y una reputación buenísima. Sus motores son fiables y muy longevos. De hecho, todavía podemos encontrar algunos Mercedes antiguos con estos motores, parece que están como nuevos a pesar de tener a sus espaldas cientos de miles de kilómetros.
K9K, la joya francesa
El K9K de Renault es un diésel de 1.5 litros utilizado en el Clio, Megane o Kangoo. Su éxito radica precisamente en su sencillez, eficiencia y fiabilidad comprobada.
Este propulsor permite alcanzar cifras respetables de kilometraje sin grandes problemas mecánicos, siempre y cuando se respeten los mantenimientos y revisiones. Es el ejemplo de cómo un motor compacto puede ser duradero y económico al mismo tiempo.
N47 y otros motores con ‘truco’

No todos los motores que parecen fiables son realmente ‘a prueba de todo’. El N47 de BMW, por ejemplo, es un diésel de 2.0 litros reconocido por su eficiencia y rendimiento, pero que ha presentado problemas en la cadena de distribución en algunos vehículos. Esto no significa que sea un mal motor per sé, pero sí que puede echarnos para atrás.
Para mantener propulsores como el N47 en óptimas condiciones, necesitas hacer lo siguiente:
- Realizar un mantenimiento preventivo constante.
- Cambiar el aceite con la frecuencia recomendada por el fabricante.
- Prestar atención a cualquier síntoma de ruido o vibración inusual y no dejarlo pasar.
¿Y cómo identificar el código del motor? Es sencillo, pues lo encontrarás en la documentación del coche, en una placa en el bloque del motor o a través del número de bastidor (VIN), que permite acceder a toda la información sobre el motor y sus características.








