El Coste Total de Propiedad (TCO) de un coche ya no es solo lo que uno paga a la hora de adquirirlo. Incluye combustible o electricidad, mantenimiento, seguros, impuestos, neumáticos, financiación… todo lo que pagas desde el día uno hasta que lo vendes. Según el nuevo libro blanco del Arval Mobility Observatory, “La visión global del coste total de propiedad (TCO): perspectivas para 2025 y oportunidades estratégicas para su gestión”, el TCO medio ha subido un 27 % desde 2020, convirtiéndose en todo un lujo para un buen número de conductores.
Y no es casualidad. Entre 2020 y 2025 se alinearon todos los factores en una tormenta perfecta que ha disparado los costes. Pero también hay soluciones y con estas cinco estrategias reales vas a poder contener el gasto, tanto si gestionas una flota como si conduces tu propio coche.

1. Los coches nuevos: +19 % de media (y no es solo inflación)
El precio medio de un vehículo nuevo ha crecido un 19 % entre 2020 y 2025. ¿Por qué?
- SUV y electrificación: Los fabricantes han reducido el número de modelos con mecánicas de combustión asequibles y han potenciado segmentos como los SUV, BEV e híbridos enchufables. Estos segmentos son más caros de producir y vender.
- Normativa CAFE y CO₂: Para evitar multas millonarias, las marcas priorizan vehículos electrificados. El resultado: menos berlinas baratas, más crossovers premium.
- Tecnología integrada: ADAS, pantallas gigantes, conectividad 5G… todo suma al precio de salida.
- Cadena de suministro rota: Escasez de chips, acero caro y logística inflada postpandemia.
En el mercado de ocasión, el pico fue brutal: +44,5 % entre 2020 y 2022. Aunque luego bajó, el incremento neto hasta 2025 es del 18,5 %.
2. Energía: Combustible +32 %, electricidad +70 %
El combustible representa hasta el 30 % del TCO en un coche gasolina o diésel. Entre 2020 y 2025:
- Gasolina y diésel: +32 % de media por crisis energética y tensiones geopolíticas.
- Electricidad: +70 % en usuarios domésticos en la Unión Europea (hasta +80 % en empresas).
Los BEV no son inmunes. Aunque ahorran en “combustible”, la factura eléctrica ha crecido tanto que el ahorro neto se reduce.
3. Mantenimiento: +29 % por complejidad y escasez
Los talleres no solo cobran más por hora: las piezas cuestan más y los coches son más complejos.
- Inflación laboral: Mecánicos especializados en electrificación que se traducen en salarios al alza.
- Piezas escasas: Baterías, sensores, módulos electrónicos con listas de espera.
- Tecnología avanzada: Un cambio de aceite ya no es suficiente; ahora hay actualizaciones OTA y diagnosis digitales.
4. Neumáticos y seguros: +27 % cada uno
- Neumáticos: Materias primas (caucho, acero) más caras, además de que hay más demanda de medidas grandes para esos proliferantes vehículos SUV.
- Seguros: Mayor riesgo percibido (accidentes con ADAS, reparaciones costosas en BEV) y también mayor inflación general.
5. Financiación: Tipos de interés +35 % (con pico del 50 % en 2024)
Si compras a plazos o usas renting, los tipos de interés han sido el golpe final a tu presupuesto:
- 2022-2025: +35 % medio.
- Pico 2024: +50 % en un solo año.
Un renting de 36 meses que costaba 400 euros al mes en 2022 puede superar los 500 euros a día de hoy por el mismo coche.
Las 5 estrategias clave para reducir el TCO (según Arval)

El libro blanco no solo diagnostica: propone cinco palancas accionables para empresas y particulares.
1. Elige el vehículo correcto (y no siempre el más grande)
Un SUV gasta más en combustible, neumáticos, seguros y depreciación que una berlina equivalente.
Ahorro potencial: hasta 15-20 % en TCO al bajar un segmento.
Ejemplo: Un compacto BEV vs. un SUV eléctrico medio → -25 % en consumo eléctrico y -30 % en neumáticos.
2. Optimiza el contrato de renting o financiación
- Duración: Un contrato de 60 meses reduce la cuota mensual en comparación con uno a 36 meses.
- Kilometraje real: Ajusta los km anuales para evitar penalizaciones.
- BEV beneficiados: Alargando el contrato, el coste de la batería se diluye.
Resultado: -10 a -15 % en cuota mensual.
3. Forma al conductor: El 60 % del TCO depende de él
El estilo de conducción influye en:
- Consumo de energía (hasta un 30 % de variación).
- Desgaste de frenos y neumáticos.
- Accidentes y reparaciones.
Soluciones prácticas:
- Cursos de conducción eficiente (online o presenciales).
- Apps de telemetría que puntúan acelerones, frenadas y anticipación.
- Incentivos para conductores con bajo consumo.
Empresas: un programa bien implantado puede bajar el TCO un 5-8 %.
4. Planifica la recarga (especialmente en electrificados)
Una estrategia de carga mal diseñada anula el ahorro de un BEV.
- Carga en casa: Tarifa nocturna y una instalación optimizada.
- Trabajo: Puntos de carga gratuitos o subvencionados.
- Público: Apps que localizan cargadores baratos.
Ahorro: hasta 40 % vs. cargar siempre en vía rápida.
5. Explora movilidad alternativa (no todo es poseer un coche)
- Presupuestos de movilidad: El empleado elige entre coche, transporte público, bici eléctrica o carsharing.
- Renting flexible: Coches por días o semanas según necesidad.
- Movilidad compartida: Plataformas corporativas de pool de vehículos.
Beneficio doble: -CO₂ y -costes fijos.
El Coste Total de Propiedad no es inevitable
Sí, tu coche cuesta más. Pero el 40 % del incremento es controlable con decisiones inteligentes:
| Factor | Incremento 2020-2025 | ¿Controlable? |
|---|---|---|
| Precio vehículo | +19 % | Parcialmente |
| Energía | +32 / +70 % | Sí (conducción + recarga) |
| Mantenimiento | +29 % | Sí (prevención) |
| Seguros/Neumáticos | +27 % | Parcialmente |
| Financiación | +35 % | Sí (duración contrato) |
El libro blanco de Arval Mobility Observatory no solo alerta: entrega un manual de supervivencia para afrontar estos gastos que rodean a tu coche. Descárgalo, aplícalo y convierte el aumento de costes en una oportunidad de eficiencia.







