Durante meses, 2035 se convirtió en una fecha casi maldita para millones de conductores europeos. Ese año marcaba, sobre el papel, el fin de la venta de coches nuevos con motor de gasolina y diésel en la Unión Europea. Un punto y final que muchos interpretaron como una condena directa al automóvil tal y como lo conocemos, y que generó una enorme incertidumbre tanto entre los usuarios como en la propia industria.
Sin embargo, Bruselas ha empezado a matizar su mensaje. Lejos de un cierre total y sin matices, la Comisión Europea ha abierto la puerta a una “segunda oportunidad” para los motores de combustión más allá de 2035. No es una marcha atrás completa, pero sí un giro importante que cambia el escenario y devuelve algo de oxígeno a los coches gasolina y diésel… y a quienes los conducen.
3Qué significa esto para tu coche actual
Uno de los grandes temores de los conductores era pensar que su coche gasolina o diésel quedaría obsoleto o “prohibido” de la noche a la mañana. Con este nuevo enfoque, ese miedo pierde fuerza. Tu coche actual podrá seguir circulando más allá de 2035 sin ningún problema legal, siempre que cumpla con las normativas de tráfico y emisiones vigentes en cada ciudad o país.
Además, la apuesta por los combustibles sintéticos abre la puerta a que muchos coches actuales puedan adaptarse en el futuro para utilizarlos, al menos en teoría. Aunque su implantación masiva aún está lejos, el mensaje político es claro: Bruselas ya no ve al motor térmico como un enemigo absoluto, sino como una tecnología que puede reinventarse.








