El Clásicos del Atlas ha alcanzado una cifra redonda que pocos raids de regularidad pueden exhibir en su palmarés: veinticinco ediciones ininterrumpidas recorriendo los paisajes más exigentes de Marruecos. La cita, que se ha consolidado como la más veterana de su especialidad, ha vuelto a poner a prueba a más de medio centenar de participantes en una edición marcada por las inclemencias meteorológicas y por una novedad reglamentaria que ha dado un nuevo aire a la competición.
Nieve y barro complican el recorrido del Clásicos del Atlas
Si en la pasada edición de primavera del raid Clásicos del Atlas fueron las lluvias torrenciales, el barro y los cauces desbordados los que pusieron en apuros a los equipos, en esta ocasión la nieve se ha sumado al catálogo de dificultades. El país alauí atraviesa un ciclo de climatología adversa cada vez más frecuente, y los participantes han tenido que enfrentarse a un cóctel de obstáculos que incluía piedras, dunas y las trampas que cualquier pista marroquí esconde entre sus curvas.
El recorrido ha arrancado con un prólogo en la playa de Larache (región de Tánger-Tetuán-Alhucemas, Marruecos) y se ha prolongado durante seis etapas, todas ellas de carácter lineal salvo una. Esta configuración ha complicado la logística de los equipos, ya que no ha permitido margen de error para quienes no quisieran quedarse rezagados respecto de la caravana. Una de las jornadas se ha disputado en formato maratón, con la orientación como protagonista absoluta, y el cómputo total ha arrojado la nada desdeñable cifra de 4.000 kilómetros de carrera.
La navegación por rumbos ha ganado peso en las últimas ediciones, lo que añade una capa adicional de exigencia a una prueba que ya de por sí requiere concentración y resistencia. Las mecánicas han sufrido de lo lindo, aunque la red de talleres concertados previamente por la organización ha conseguido que los vehículos estuvieran listos para continuar día tras día. De hecho, tan solo un inscrito ha tenido que regresar a la península antes de tiempo.

Vehículos modernos debutan en el Clásicos del Atlas
Una de las novedades más destacadas de esta vigésima quinta edición del Clásicos del Atlas ha sido la apertura del reglamento a vehículos modernos. Hasta ahora, la normativa exigía un mínimo de veinte años de antigüedad para poder participar, pero la creciente competitividad de los modelos antiguos y la existencia de unidades veteranas muy capaces y preparadas ha llevado a la organización a admitir inscripciones que no cumplan estrictamente con ese requisito de edad.
Esta decisión ha contribuido a diversificar el parque cerrado, que ha exhibido desde sencillos turismos hasta pick-ups de última generación. La participación de equipos llegados desde Bulgaria e incluso Chile ha aportado un carácter internacional a una cita que no deja de crecer en prestigio.
Los Toyota 4×4 han vuelto a demostrar su fiabilidad y competitividad en los tramos más exigentes. Los RAV4 de las primeras generaciones, más ligeros que los Land Cruiser, se han revelado especialmente eficaces en este tipo de terrenos. El podio de la categoría de todoterrenos ha quedado configurado por Espinosa-Montero en primera posición, seguidos de Bonavia-Fabregat y Ventos-Punset.
En la categoría de turismos, que comparten recorrido con los todoterreno de forma ocasional pero disponen de etapas y tramos específicos, el veterano Fiat Uno de Irago-Costas se ha alzado con la victoria. Este resultado ha demostrado que la experiencia sigue siendo un grado en determinados modelos. El segundo puesto ha sido para un Mercedes berlina tripulado por los espectaculares Gutiérrez-Bujan, mientras que el Citroën AX de Chico-Porras ha completado el podio.
El Clásicos del Atlas, que se define como un evento solidario, familiar y cultural, sigue fiel a su filosofía de mantener el auténtico concepto de los rally-raids clásicos. Los participantes prescinden de las comodidades tecnológicas actuales y confían únicamente en el rutómetro y en su intuición para completar cada etapa a la velocidad media establecida. Un cuarto de siglo después de su primera edición, la prueba demuestra que la aventura sigue muy viva en las pistas marroquíes.

Las claves de Clásicos del Atlas
- La prueba ha celebrado su vigésima quinta edición y se mantiene como el raid de regularidad más veterano de su categoría.
- Más de medio centenar de equipos han participado en el Clásicos del Atlas XXV, incluyendo representantes de Bulgaria y Chile.
- La nieve se ha sumado al barro, las piedras y las dunas como obstáculos del recorrido.
- Por primera vez se ha permitido la inscripción de vehículos modernos junto a los clásicos.
- El recorrido ha constado de seis etapas lineales y un total de 4.000 kilómetros.
- Espinosa-Montero han ganado en 4×4, mientras que Irago-Costas se han impuesto en turismos con un Fiat Uno.
- Solo un participante ha tenido que abandonar antes de completar la prueba.




















