La movilidad urbana está en plena revolución. En apenas unos años, los patinetes eléctricos se han convertido en uno de los medios de transporte más populares en las ciudades españolas. Rápidos, económicos y respetuosos con el medio ambiente, se han ganado el favor de miles de usuarios para desplazarse. Pero su popularidad también ha traído consigo un nuevo reto: garantizar la seguridad.
En ese contexto, Valladolid se ha convertido en la primera ciudad de España en poner en marcha una medida inédita: la Policía Municipal podrá someter a una especie de ITV sorpresa a los patinetes eléctricos, a fin de controlar el estado técnico de estos vehículos y garantizar que circulen en óptimas condiciones. La noticia marca un antes y un después en la regulación de los llamados Vehículos de Movilidad Personal (VMP), y podría servir de ejemplo para otras ciudades del país.
4Colaboración público-privada al servicio de la seguridad vial

El Grupo Itevelesa es clave en el proyecto. Ubicadas en Valladolid, sus estaciones de ITV aportarán a los agentes municipales el conocimiento y el soporte técnico especializado necesario para emitir informes verificados y rigurosos. El objetivo es que los propietarios de patinetes entiendan la importancia de mantener sus vehículos en condiciones. No es solo sancionar, sino educar y concienciar.
Jesús García Gil, director general de Grupo Itevelesa, lo resume con una frase que podría convertirse en lema de esta iniciativa: “La ITV salva vidas”. Los patinetes deben cumplir con los mismos estándares de seguridad que el resto de vehículos. “Se interrelacionan con peatones, ciclistas, coches y transporte público. Su mantenimiento no puede quedar al margen de la ley”, asegura.