Durante más de 40 años, la idea de construir un túnel bajo el Estrecho de Gibraltar ha entusiasmado a ingenieros, políticos y soñadores de ambos lados del Mediterráneo. Unir Europa y África a través de una infraestructura subterránea de casi 65 km ha sido una inspiración tan ambiciosa como compleja. Hoy, el sueño vuelve a cobrar fuerza con nuevos estudios que afirman que el proyecto, aunque desafiante, es técnicamente posible.
El plan contempla una obra titánica: un túnel submarino de más de 30 km bajo el mar, que enlazaría Punta Paloma (Cádiz) con Tánger. Su coste estimado asciende a 8.500 millones de euros, y su construcción podría prolongarse durante 10 años. Pero más allá de los números, el enlace promete cambiar la historia del transporte y abrir una nueva etapa de cooperación entre España y Marruecos.
6El sueño euroafricano del siglo XXI
Si finalmente se construye, el túnel entre España y Marruecos se convertirá en una de las mayores obras de ingeniería del siglo XXI y primer enlace fijo entre Europa y África. Más allá de su simbolismo, abriría enormes oportunidades económicas: agilizaría el transporte de mercancías, impulsaría el turismo y consolidaría el papel estratégico del Estrecho como corredor energético.
Pero su impacto iría más allá del transporte. Representaría un salto histórico en la relación entre ambas orillas, uniendo culturas, economías y pueblos separados apenas por 14 km de mar, pero por siglos de historia. El túnel podría transformar el mapa logístico y económico del Mediterráneo y reforzar el papel de España como puerta natural de Europa hacia África.








