Durante más de 40 años, la idea de construir un túnel bajo el Estrecho de Gibraltar ha entusiasmado a ingenieros, políticos y soñadores de ambos lados del Mediterráneo. Unir Europa y África a través de una infraestructura subterránea de casi 65 km ha sido una inspiración tan ambiciosa como compleja. Hoy, el sueño vuelve a cobrar fuerza con nuevos estudios que afirman que el proyecto, aunque desafiante, es técnicamente posible.
El plan contempla una obra titánica: un túnel submarino de más de 30 km bajo el mar, que enlazaría Punta Paloma (Cádiz) con Tánger. Su coste estimado asciende a 8.500 millones de euros, y su construcción podría prolongarse durante 10 años. Pero más allá de los números, el enlace promete cambiar la historia del transporte y abrir una nueva etapa de cooperación entre España y Marruecos.
5Un proyecto con más política que ingeniería
Más allá de su viabilidad técnica, el futuro del túnel entre España y Marruecos dependerá en gran medida de la voluntad política. La obra no solo simboliza una conexión física, sino también diplomática y económica. Ambos gobiernos han mostrado interés en reactivar la cooperación, especialmente tras la mejora de relaciones bilaterales en los últimos años. Pero la magnitud del proyecto exige coordinación continua y visión compartida a largo plazo.
Se espera que la decisión definitiva sobre la construcción se tome en 2027. Hasta entonces, se sucederán los estudios y licitaciones. Si todo va según lo previsto, los primeros trabajos podrían arrancar hacia 2030. Pero los precedentes históricos invitan a la cautela: el túnel se ha anunciado, revisado y archivado en numerosas ocasiones desde los años 80.








