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lunes, 10 noviembre 2025

No es solo la V-16: La DGT anuncia estos otros cambios que llegan en 2026

A partir del año que viene hay cambios en el reglamento en situaciones de atascos y retenciones.

¿Cuántas veces has estado atrapado en un atasco interminable y has visto a una ambulancia o a una moto maniobrando entre los coches, sintiendo impotencia por no poder ayudar? Pues la DGT prepara cambios, y no se limitan a la baliza V-16 de la que todo el mundo habla. Ha confirmado que se avecinan dos grandes medidas que van a modificar la experiencia al volante en situaciones de congestión.

El año 2026 será un punto de inflexión para la seguridad y la fluidez en las carreteras españolas. Los atascos van a ser gestionados de una forma totalmente nueva, poniendo fin a viejas prácticas y, sobre todo, protegiendo a los vehículos de emergencia y a los motoristas.

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La obligación de abrir un pasillo de emergencia

DGT emergencia pasillo vehículos
Fuente propia/IA

Si has conducido alguna vez por autopistas en países como Alemania, Austria o Luxemburgo, ya conoces la segunda gran revolución que traerá la DGT: el carril o pasillo de emergencia. Esta medida, que se implementará con la reforma del artículo 32 del RGC, es vital y te afecta directamente como conductor de cualquier vehículo.

El concepto es sencillo, pero su impacto es enorme. El pasillo de emergencia consiste en la creación obligatoria de un corredor central por parte de los conductores que están atrapados en una retención. Y aquí viene la parte que tienes que recordar:

  • Si circulas por el carril derecho o central, tienes que desplazarte lo máximo posible hacia tu derecha.
  • Si circulas por el carril izquierdo, tienes que desplazarte todo lo que puedas hacia tu izquierda.

El objetivo es facilitar un pasillo central y despejado por el que puedan circular a toda velocidad los vehículos de emergencia: policía, bomberos y ambulancias. Esto no es una sugerencia; es una nueva norma de obligado cumplimiento que busca evitar que estos vehículos vitales se queden atrapados sin posibilidad de llegar a atender una emergencia.

Francisco de las Alas-Pumariño, jefe de la Unidad de Normativa de la DGT, lo explica muy claro: «Se trata de arbitrar un comportamiento en autopistas y autovías para facilitar el acceso a los vehículos prioritarios, agilizar el acceso y la evacuación de las víctimas de un siniestro y restablecer la circulación lo antes posible”.

No pienses en ello solo como una obligación, sino como un acto de civismo. Ese vehículo de emergencia que estás dejando pasar puede ir a socorrer a un familiar tuyo o, incluso, a ti mismo en otro momento.

Hasta ahora, la DGT recomendaba facilitar el paso, pero no concretaba cómo. Esta reforma del RGC convierte esa recomendación en una ley con un comportamiento específico, haciendo que todos los conductores tengan que actuar de la misma manera y, por lo tanto, creando un pasillo de manera rápida y eficiente. No hay excusas para no abrirse. En el momento en que veas que el tráfico se detiene o avanza muy lentamente, empieza a abrirte hacia el lado que te corresponda.

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