¿Alguna vez has confiado en un accesorio para el coche pensando que te sacaría de un apuro… y de pronto, en el peor momento, has descubierto que no sirve para lo que creías? Es justo lo que le pasó a Carlos. En plena nevada, un control de la DGT le obligó a detenerse en la A-6 por llevar unas cadenas inadecuadas. Lo que iba a ser un simple desplazamiento laboral terminó convertido en lección.
Su historia no solo muestra lo fácil que es caer en la confusión, sino también lo rápido que la carretera te pone a prueba cuando el tiempo se complica. La escena podría haberle ocurrido a cualquiera: nieve intensa, obligación de usar cadenas y una falsa sensación de seguridad por culpa del boca a boca y la publicidad. Lo que aprendió aquel día es algo que todo conductor debería saber antes de circular en invierno.
3¿Qué exige realmente la DGT? Claves para no equivocarte
La normativa de la Dirección General de Tráfico (DGT) no prohíbe las cadenas de tela, pero sí exige que estén homologadas bajo unos estándares europeos que garantizan su resistencia y desempeño en nieve compacta. Es decir, no todas valen. Solo algunas marcas y modelos cuentan con la certificación EN 16662-1, que las reconoce como dispositivos antideslizamiento aptos para situaciones que exijan cadenas.
Los agentes de la DGT pueden —y suelen— revisar el dispositivo instalado. Si no está homologado, presenta desgaste o no se ajusta correctamente al neumático, pueden impedir la circulación del vehículo. Porque además de comprometer la seguridad del conductor, un sistema ineficaz puede bloquear carriles, provocar accidentes o imposibilitar maniobras en ascensos o descensos pronunciados.
