Algo tan rutinario como conducir puede cambiar en segundos cuando una tormenta irrumpe en la carretera. Lluvia intensa, viento, granizo, truenos… Estos fenómenos no solo ponen a prueba tu vehículo, también tu capacidad de reacción. En situaciones así, los errores se pagan caros. Actuar con cabeza puede marcar la diferencia entre llegar a casa sano y salvo o sufrir un susto innecesario.
David, bombero con más de una década de experiencia atendiendo emergencias en carretera, lo sabe mejor que nadie. Ha visto muchos coches arrastrados por el agua, conductores que entraron en pánico y otros que se confiaron demasiado. En este artículo, te traemos sus consejos más valiosos para que sepas exactamente cómo actuar si una tormenta te pilla al volante.
6Si la tormenta es intensa, para con seguridad

Hay momentos en que lo mejor es detenerse. Si la lluvia es tan fuerte que no ves, el granizo golpea con fuerza o el viento sacude el coche, lo adecuado es parar. Pero no vale cualquier sitio. Nunca te detengas bajo árboles, cerca de vallas metálicas ni en zonas elevadas. Lo ideal es una zona llana, despejada y, si es posible, a cubierto.
Una vez detenido, enciende las luces de emergencia y permanece dentro del coche. «El interior del vehículo es el lugar más seguro. No salgas a la intemperie, y no toques la carrocería si ha habido tormenta eléctrica«, señala David. Espera unos minutos hasta que remita y, antes de retomar la marcha, comprueba que el pavimento no esté completamente inundado ni resbaladizo.