Algo tan rutinario como conducir puede cambiar en segundos cuando una tormenta irrumpe en la carretera. Lluvia intensa, viento, granizo, truenos… Estos fenómenos no solo ponen a prueba tu vehículo, también tu capacidad de reacción. En situaciones así, los errores se pagan caros. Actuar con cabeza puede marcar la diferencia entre llegar a casa sano y salvo o sufrir un susto innecesario.
David, bombero con más de una década de experiencia atendiendo emergencias en carretera, lo sabe mejor que nadie. Ha visto muchos coches arrastrados por el agua, conductores que entraron en pánico y otros que se confiaron demasiado. En este artículo, te traemos sus consejos más valiosos para que sepas exactamente cómo actuar si una tormenta te pilla al volante.
5¿Y si hay tormenta eléctrica o fuertes rachas de viento?

Aunque los rayos impresionen, conducir bajo una tormenta eléctrica no es tan peligroso como parece. El coche actúa como una jaula de Faraday y protege a los ocupantes. Eso sí, hay normas básicas: ventanillas cerradas, no tocar partes metálicas y, en caso de parar, hacerlo en zonas despejadas y lejos de estructuras altas como árboles o postes.
Los vientos fuertes pueden desestabilizar el vehículo, sobre todo si es alto o vas por un puente. Sujeta bien el volante, reduce la velocidad y mantén el coche lo más centrado posible en tu carril. «He atendido accidentes donde una ráfaga lateral sacó el vehículo de la carretera. El viento es silencioso, pero peligrosísimo», advierte el bombero.