Algo tan rutinario como conducir puede cambiar en segundos cuando una tormenta irrumpe en la carretera. Lluvia intensa, viento, granizo, truenos… Estos fenómenos no solo ponen a prueba tu vehículo, también tu capacidad de reacción. En situaciones así, los errores se pagan caros. Actuar con cabeza puede marcar la diferencia entre llegar a casa sano y salvo o sufrir un susto innecesario.
David, bombero con más de una década de experiencia atendiendo emergencias en carretera, lo sabe mejor que nadie. Ha visto muchos coches arrastrados por el agua, conductores que entraron en pánico y otros que se confiaron demasiado. En este artículo, te traemos sus consejos más valiosos para que sepas exactamente cómo actuar si una tormenta te pilla al volante.
4Aléjate de zonas peligrosas y evita el agua acumulada

Una de las mayores imprudencias es intentar cruzar carreteras con agua. Puede parecer poca profundidad, pero debajo puede haber socavones, barro o incluso corrientes que arrastren el coche. «Nunca cruces una zona inundada. He visto coches literalmente flotar», afirma David. Es más seguro buscar una ruta alternativa o esperar a que baje el nivel del agua.
Evita también carreteras cercanas a ríos, arroyos o barrancos. Durante una tormenta, el nivel del agua puede subir en segundos y provocar una riada. Si además hay granizo, la carretera se convierte en una pista de hielo: «El granizo es traicionero, reduce el agarre al mínimo». En ese caso, lo mejor es detener el vehículo.