Los rumores que llevan años de boca en boca parece que se han convertido en realidad. El BOE ha publicado el nuevo Reglamento General de Carreteras, en el que se confirma que el pago por uso llega a las autovías españolas.
Seguro que ahora mismo tienes mil preguntas. ¿Es la definitiva? ¿Me afecta a mí? ¿Cuánto me va a costar? ¿Y si mi coche es ECO o CERO? Coge aire, porque lo vamos a analizar en detalle.
3¿Qué coches pagarán peajes y cuáles no?
Aquí es donde el nuevo Reglamento se pone interesante y donde la etiqueta medioambiental de tu coche va a jugar un papel fundamental. El sistema no tratará a todos los conductores por igual.
Olvídate de las antiguas cabinas de peaje, de parar y coger un ticket. El Reglamento apuesta por un sistema mucho más moderno y que ya funciona en países como Portugal. Se trata de la tecnología «free-flow» o de flujo libre. Se instalarán grandes pórticos metálicos sobre las autovías, equipados con cámaras que leerán tu matrícula y sensores que identificarán el tipo de vehículo.
No tendrás que parar porque el sistema te identificará automáticamente. El pago se asociará a tu matrícula, y probablemente tendrás que registrarte en una plataforma online, asociar una tarjeta de crédito o usar un dispositivo de telepeaje que centralizará los cobros. Esto es mucho más ágil, pero también significa que no hay forma de saltárselo.
El BOE establece varias excepciones. Si tu vehículo está en la lista, podrás respirar tranquilo de momento. Quedan exentos de pago, en principio, los vehículos de servicios de emergencia (ambulancias, policía, bomberos) y los vehículos de las Fuerzas Armadas.
Además, los vehículos con etiqueta CERO emisiones de la DGT no pagarán peaje. Si tienes uno, seguirás circulando «gratis».
El Reglamento también abre la puerta a exenciones para el transporte profesional de mercancías y de pasajeros, aunque no una exención total, sino probablemente tarifas reducidas o bonificaciones especiales para no lastrar la economía. También se contemplan descuentos para residentes de zonas muy dependientes de la autovía para su movilidad, aunque esto se desarrollará en normativas posteriores.
¿Y las motos? El texto no las exime de forma explícita, pero es probable que cuenten con una tarifa reducida como ocurre en otros países europeos.
El mapa de las carreteras de pago va a cambiar por completo. El Reglamento que publica el BOE se aplica a la Red de Carreteras del Estado. Esto incluye todas las autovías (las que empiezan por A-, como la A-2, A-3, A-4, A-5, A-6, etc.) y las autopistas que han vuelto a la titularidad del Estado tras finalizar sus concesiones (como tramos de la AP-7, la AP-1, la AP-2 o la AP-4).
En total, hablamos de unos 12.000 kilómetros de vías de alta capacidad que pasarán a ser de pago. Quedan fuera, por ahora, las carreteras autonómicas (a no ser que cada comunidad decida implementar su propio sistema, algo que el País Vasco ya ha empezado a hacer) y las carreteras nacionales convencionales. Esto puede provocar un efecto secundario peligroso: que muchos conductores, para evitar el pago, se desvíen a estas carreteras secundarias, que son mucho más peligrosas y tienen más accidentes.








