Los ciclistas acostumbrados a rodar por carretera están a punto de sufrir un cambio importante en su día a día. El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado una nueva normativa que afecta directamente a cómo y por dónde podrán circular las bicicletas en determinados tramos de la Red Estatal. Y no todos lo ven con buenos ojos.
El Gobierno ha dado luz verde a que los arcenes de algunas carreteras puedan sustituirse por carriles bici segregados. Una medida que, aunque busca fomentar la seguridad y el transporte limpio, también genera preocupación entre los aficionados y profesionales de los pedales: ¿adiós a la libertad de circular por carretera? La bici está a punto de vivir una nueva etapa… y no todos los ciclistas están preparados para ella.
3Seguridad frente a libertad de circulación
El Gobierno insiste en que esta decisión se toma por motivos de seguridad vial. Los datos son preocupantes: cada año se producen decenas de accidentes graves con ciclistas implicados, la mayoría en carreteras secundarias. Al separarlos del tráfico motorizado, se pretende reducir los riesgos y crear entornos más seguros para todos los usuarios de la vía.
Pero la otra cara de la moneda es la pérdida de libertad. Muchos ciclistas consideran que la carretera es su espacio natural y que esta medida los aparta de ella. Además, si los nuevos carriles bici no cumplen con los estándares de seguridad y mantenimiento adecuados, podrían convertirse en zonas poco prácticas o incluso peligrosas. El debate está sobre la mesa: ¿más seguridad, o menos libertad?








