La tecnología aplicada al automóvil avanza a un ritmo vertiginoso y, en ese camino, cada detalle cuenta para la DGT. No solo hablamos de motores más eficientes o de sistemas de ayuda a la conducción cada vez más sofisticados, sino también de elementos cotidianos que llevan décadas acompañándonos sin apenas cambios. Uno de ellos es la llave del coche, un objeto aparentemente simple que, sin embargo, puede convertirse en una poderosa herramienta de seguridad vial.
BMW ha dado un paso más en esta dirección con una idea que no ha pasado desapercibida: una llave inteligente que incorpora un alcoholímetro integrado. El concepto es tan sencillo como disruptivo y, según muchos expertos, encaja a la perfección con los objetivos de la DGT en su lucha contra el alcohol al volante. Porque si el coche no arranca cuando no debes conducir, el riesgo se reduce de forma drástica.
5¿El futuro de la seguridad vial ansiada por la DGT empieza en la llave?
La propuesta de BMW no es solo una innovación puntual, sino un reflejo de hacia dónde se dirige la industria. El coche del futuro no se limitará a protegernos en caso de accidente, sino que intentará evitarlo por todos los medios. Y eso empieza mucho antes de girar la llave o pulsar el botón de arranque.
Si esta tecnología se generaliza, podríamos estar ante un cambio cultural importante. Igual que hoy aceptamos el cinturón de seguridad o los asistentes de frenada, mañana podríamos ver normal que el coche “decida” si estamos en condiciones de conducir. La dgt lo tiene claro: cualquier herramienta que ayude a reducir víctimas en carretera merece ser explorada y apoyada.








