La tecnología aplicada al automóvil avanza a un ritmo vertiginoso y, en ese camino, cada detalle cuenta para la DGT. No solo hablamos de motores más eficientes o de sistemas de ayuda a la conducción cada vez más sofisticados, sino también de elementos cotidianos que llevan décadas acompañándonos sin apenas cambios. Uno de ellos es la llave del coche, un objeto aparentemente simple que, sin embargo, puede convertirse en una poderosa herramienta de seguridad vial.
BMW ha dado un paso más en esta dirección con una idea que no ha pasado desapercibida: una llave inteligente que incorpora un alcoholímetro integrado. El concepto es tan sencillo como disruptivo y, según muchos expertos, encaja a la perfección con los objetivos de la DGT en su lucha contra el alcohol al volante. Porque si el coche no arranca cuando no debes conducir, el riesgo se reduce de forma drástica.
2Por qué la DGT ve con tan buenos ojos esta tecnología
La DGT lleva años insistiendo en que el alcohol es uno de los principales factores de riesgo en carretera. A pesar de las campañas, los controles y las sanciones cada vez más severas, los accidentes relacionados con el consumo de alcohol siguen siendo una realidad preocupante. Por eso, cualquier sistema que actúe antes de que el conductor se ponga en marcha es especialmente valioso.
Desde el punto de vista de la dgt, esta llave con alcoholímetro supone un cambio de enfoque: pasar de la sanción a la prevención real. No se trata de castigar después, sino de evitar que el riesgo exista. Además, encaja con la tendencia europea de incorporar sistemas de seguridad obligatorios que ayuden a reducir la siniestralidad desde el propio vehículo.








