Cada noviembre, la maquinaria logística de Amazon entra en una fase de máxima exigencia. El Black Friday transforma el reparto urbano en un auténtico desafío operativo, donde cada segundo cuenta y las furgonetas se convierten en el centro neurálgico de una operación masiva. La presión se multiplica, los tiempos se reducen y los procesos deben funcionar con una precisión casi perfecta.
Durante esta campaña, los vehículos de reparto y sus conductores asumen una carga extraordinaria. Aumentan los trayectos, se intensifican los arranques y paradas, y el ritmo se acelera de forma constante. Para Amazon, que gestiona una de las mayores flotas urbanas del mundo, el Black Friday no es solo un pico estacional: es la prueba definitiva de resistencia, eficiencia y capacidad de respuesta.
5Electrificación y eficiencia en el futuro Black Friday
Aunque las furgonetas eléctricas están en crecimiento en los desplazamientos anuales, aún tienen retos por delante al llegar el Black Friday. Su autonomía debe gestionarse con precisión para evitar interrupciones en plena jornada. Amazon ha avanzado en la instalación de infraestructuras de carga y en introducir tecnologías de gestión energética que faciliten su uso incluso en situaciones de alta demanda.
De cara a los próximos años, el objetivo es que los vehículos eléctricos ocupen un papel más relevante durante los picos de actividad. Por su eficiencia en trayectos cortos, su bajo coste energético y su impacto medioambiental reducido son pieza clave en el futuro de la logística. El Black Friday seguirá siendo un test de estrés, pero también una oportunidad para seguir evolucionando hacia flotas más preparadas, inteligentes y sostenibles.








