En una época donde el lujo automovilístico suele refugiarse en plateados, negros y blancos, un entusiasta conductor británico ha decidido ir a contracorriente. Su último encargo a Bentley es un Continental GTC Speed que se remata con un llamativo púrpura histórico denominado ‘Violette‘, un tono que dormía en los archivos de la marca y que ahora vuelve a las calles en esta unidad .
El que lo ha encargado no es un cliente cualquiera. Con seis Bentaygas en su garaje —uno de ellos en un llamativo magenta— y un reciente Continental GT en verde escarabajo, da la sensación de que tiene una filosofía clara: un Bentley debe ser una declaración de personalidad, no un ejercicio de prudencia cromática.
La resurrección de ‘Violette’ pone además a prueba la capacidad única del taller de pintura de Bentley: poder recrear cualquier color de su centenaria historia. Ya sea partir de muestras maestras guardadas en archivos dedicados o a través de la remasterización desde un vehículo existente, la firma británica mantiene vivo el legado de su gama de coloress Otros clientes han recuperado otros tonos recientemente, como el Sage Green de los años 50, el Shell Grey de los 60 o el Rubino Red de la década de 2000.
El violeta del exterior solo es el principio
Sin embargo, el color violeta del exterior no es más que una parte de lo que se ha preparado para este Continental GTC Speed. El interior de este descapotable hace un trabajo de coordinación tricolor donde el púrpura tanzanita protagoniza la consola central, los paneles tridimensionales de las puertas y los respaldos de los asientos. El lino cubre las superficies de los asientos y el volante, mientras que detalles en color lila —desde la palanca de cambios hasta la marca de dirección recta del volante— completan una sinfonía visual poco habitual en el mundo de los gran turismo.
Las costuras y los ribetes en lila contrastan con las superficies táctiles del Stone Veneer, un acabado de vanguardia que fusiona artesanía centenaria con tecnología moderna. Este material, derivado de piedra de 200 millones de años de antigüedad, se transforma en paneles de apenas 0,1 milímetros de espesor con texturas naturales imposibles de replicar.
Este encargo ilustra un cambio de paradigma entre la clientela de Bentley. Más del 70% de los compradores actuales solicitan al menos una característica de Mulliner —la división de personalización de la marca— en sus configuraciones. El lujo actual ya no se conforma con lo establecido; exige ser único, reconocible, personal.
Para este cliente, que además ha experimentado la adrenalina como pasajero en uno de los Speed Six Continuation Series durante el Festival de Velocidad de Goodwood de este año, Bentley representa la libertad de expresión sobre cuatro ruedas. Un lienzo de siete capas en gris metalizado oscuro cubre este descapotable de la firma británica que, lejos de esconderse tras la discreción habitual de los modelos clásicos de la marca, reclama miradas.
Imágenes Bentley Continental GTC Speed Violette
Fotos: Bentley
