La exclusividad tiene muchas formas, pero pocas alcanzan el nivel de un automóvil que ha servido durante años como transporte oficial de la realeza británica. Ese es el caso del Bentley Mulsanne Dark Sapphire que H&H Classics subastará el próximo 3 de diciembre en el Millbrook Proving Ground, en Bedfordshire. Un coche con pedigrí regio, una configuración extremadamente cuidada y un historial fotográfico que lo muestra acompañando al entonces Príncipe de Gales en numerosos compromisos oficiales. Con todo, no es el primero del que se deshace la casa real británica…
La casa de subastas espera que alcance entre 80.000 y 100.000 libras, lo que equivaldría a entre 90.700 y 113.400 euros; una cifra que refleja tanto su condición de vehículo de lujo como su incalculable valor simbólico. El Mulsanne se produjo hasta 2020 y tiene el honor de ser el último Bentley de la era anterior a la integración en el Grupo Volkswagen. Estaba dotado del legendario motor V8 de 6,75 litros sobrealimentado por dos turbocompresores
Este ejemplar, con interior de cuero Magnolia y un acabado exterior Dark Sapphire de impresionante presencia, fue construido a partir de especificaciones de fábrica particularmente exigentes. La firma de Crewe desarrolló este Mulsanne con un enfoque orientado al confort absoluto para los pasajeros: suspensión neumática en las cuatro ruedas, refinadas molduras interiores en nogal burr y un completo sistema de infoentretenimiento con radio digital y recepción de televisión. A ello se suma la practicidad del portón trasero de cierre eléctrico, un detalle que subraya la combinación de tradición y tecnología que caracteriza al modelo.

El automóvil perteneció inicialmente al departamento de prensa y vehículos especiales de Bentley Motor Cars. Desde allí fue asignado directamente a la Casa Real británica, lo que garantiza su autenticidad como vehículo oficial de la familia Windsor. Numerosas imágenes dan fe de su papel como transporte habitual del Príncipe de Gales durante varios años, reforzando así su atractivo para coleccionistas y apasionados de la automoción.
A pesar de su uso institucional, el Mulsanne presenta un estado de conservación sobresaliente. Acumula únicamente unas 35.000 millas (unos 56.300 kilómetros) desde que empezó su servicio como coche nuevo y, tras abandonar el servicio real, ha permanecido en manos de un propietario particular desde 2023. La casa de subastas asegura que su condición es excelente tanto en el exterior como en el habitáculo, un detalle nada desdeñable al tratarse de un coche que combina lujo artesanal y complejidad tecnológica.
Para Paul Cheetham, especialista senior de H&H Classics, este Mulsanne representa una pieza única: “Durante muchos años Bentley ha sido la marca predilecta de la Familia Real, y pocos automóviles de lujo alcanzan el refinamiento del Mulsanne. Dada su procedencia, este ejemplar es sin duda uno de los más deseados que se pueden adquirir en el mercado mundial”.

H&H Classics lleva más de tres décadas dedicada a la subasta de vehículos clásicos, de colección y de competición. Fundada en 1993, es la casa especializada con actividad continuada más longeva del Reino Unido y Europa. A lo largo de estos años ha obtenido precios récord por modelos tan icónicos como el Ferrari 250 GT SWB de 1960, el Lotus 49B de 1968 o el Subaru Impreza WRC de 1996, además de gestionar la venta de varios vehículos pertenecientes a la realeza británica, entre ellos el Daimler de la reina Isabel II y el Lagonda del príncipe Felipe.
Con este Bentley Mulsanne, la firma vuelve a reunir en una sola pieza historia, exclusividad y artesanía británica. Un automóvil que no solo representa el pináculo del lujo automotriz, sino también un fragmento de la vida institucional del Reino Unido. Para muchos coleccionistas, una oportunidad irrepetible.
Galería de imágenes del Bentley Mulsanne Dark Sapphire de la corona británica
Fotos: H&H Classics Ltd



















