El Bentley Flying Spur Speed ha demostrado una vez más su capacidad para rendir a niveles excepcionales en cualquier circunstancia. Esta vez, el escenario elegido ha sido el circuito Drivecenter Arena, en Fällfors, al norte de Suecia, donde el sedán británico ha establecido un nuevo récord de vuelta en condiciones invernales con un tiempo de 2 minutos y 58 segundos.
La hazaña no es menor si se consideran las circunstancias. El trazado, situado a apenas 160 kilómetros del Círculo Polar Ártico y construido sobre una antigua base aérea militar, se encuentra en estos momentos completamente cubierto por una capa de hielo y nieve de 30 centímetros de espesor. Los 3,3 kilómetros del circuito se recorrieron haciendo una velocidad punta de 193 km/h, una cifra notable teniendo en cuenta que la recta más larga apenas mide 450 metros y está totalmente helada.
El vehículo empleado para la prueba era completamente de serie, sin modificaciones en su especificación de producción más allá de la instalación de neumáticos extremos de invierno (con clavos) de 21 pulgadas, una adaptación necesaria para las condiciones del piso. Este detalle subraya aún más el mérito del registro, ya que el Flying Spur Speed no contó con preparación especial alguna para afrontar el reto.
Este Bentley Flying Spur Speed es un homenaje a la historia de Bentley
La elección del momento y de las condiciones para este récord no es casual. Bentley ha querido rendir tributo a varios hitos de su propia historia mediante esta demostración. Por un lado, recuerda los dos récords de velocidad sobre hielo que la marca registró en 2007 y 2011. Por otro, evoca el récord de resistencia de una hora establecido por un Turbo R en el circuito de Millbrook, Reino Unido, en 1986, cuando promedió 225 km/h en el óvalo peraltado.
De hecho, el ejemplar utilizado en Suecia —con matrícula Y15 BML— presenta una especificación que homenajea precisamente a aquel Turbo R conservado en la colección patrimonial de Bentley. El coche luce la misma pintura Brooklands Green con finas líneas amarillas, y un interior en tonos Linen y Cumbrian Green con madera de nogal de poro abierto, todo ello para celebrar el 40 aniversario del Turbo R este año.
Cabe recordar que el Flying Spur Speed es una berlina diseñada para ofrecer prestaciones deportivas sin renunciar al lujo característico de Bentley, y su sistema de propulsión Ultra Performance Hybrid constituye una pieza clave en esa ecuación.
El motor V8 biturbo de 4,0 litros, que desarrolla 600 CV, se combina con un motor eléctrico de 190 CV integrado en la transmisión automática de doble embrague y ocho relaciones. En modo Sport, la potencia combinada alcanza los 782 CV, mientras que el par motor llega a los 1.000 Nm, con el empuje instantáneo del motor eléctrico complementando el característico sonido del V8 de cigüeñal plano.
En modo puramente eléctrico, el motor proporciona 190 CV y 450 Nm, suficientes para seguir el ritmo del tráfico en la mayoría de situaciones. La batería de 25,9 kWh ofrece hasta 76 kilómetros de autonomía eléctrica según el ciclo de homologación europeo, y el modo EV puede utilizarse a velocidades de hasta 140 km/h con aceleraciones de hasta el 75 % del recorrido del pedal. Sumando ambas fuentes de energía, el Flying Spur Speed alcanza una autonomía total de 829 kilómetros.
Chasis activo y tracción total variable para el Bentley Flying Spur Speed
En la parte dinámica, el Flying Spur Speed e incluye suspensiones activas, dirección en las cuatro ruedas y un diferencial autoblocante de control electrónico. Una nueva generación de software para el control de estabilidad (ESC) lo hace compatible con diversos estilos de conducción y proporciona tracción fiable en cualquier condición, si bien para lograr el récord el sistema se desconectó por completo.
La distribución de pesos del vehículo, con un 48,3 % en el eje delantero y un 51,7 % en el trasero, favorece la agilidad y permite que los sistemas de chasis trabajen con una base mecánica optimizada. El sistema emplea vectorización activa del par entre los ejes delantero y trasero a través de un diferencial central, y vectorización de precisión en cada eje mediante los frenos. Esta combinación resulta vital para mantener la tracción en una superficie tan exigente como el hielo.
El récord del Flying Spur Speed en Drivecenter Arena no solo certifica las capacidades dinámicas de este sedán de lujo híbrido enchufable, sino que también refuerza la filosofía de Bentley de crear automóviles capaces de rendir al máximo nivel independientemente del entorno. Y lo hace homenajeando su propia tradición de récords sobre hielo y resistencia.
Las claves del Flying Spur Speed
- Récord invernal de 2:58 en el circuito Drivecenter Arena, cubierto por 30 cm de hielo
- Velocidad punta de 193 km/h en un trazado de 3,3 km completamente helado
- Propulsión híbrida con 782 CV y 1.000 Nm en modo Sport
- Autonomía eléctrica de 76 km y autonomía total de 829 km
- Tracción total variable con vectorización activa del par y dirección en las cuatro ruedas
- Vehículo de serie sin modificaciones salvo neumáticos de invierno con clavos
- Homenaje al 40.º aniversario del Bentley Turbo R
