El reloj ya está en marcha. En apenas unos meses, los clásicos triángulos de emergencia que todos llevamos en el maletero pasarán a la historia. A partir del 1 de enero de 2026, la baliza V16 conectada será el único dispositivo autorizado por la DGT para señalizar incidencias en carretera. Este pequeño elemento luminoso, que se coloca sobre el techo del coche y envía la ubicación del vehículo a la nube de tráfico de la DGT, marcará el inicio de una nueva era en materia de seguridad vial.
Sin embargo, la transición no está siendo tan sencilla como parece. España cuenta con más de 30 millones de vehículos en circulación, y actualmente solo el 10% dispone de este dispositivo. Eso significa que en menos de doce semanas —antes de que acabe el año— millones de conductores deberán adquirir su baliza. Y los expertos alertan: si todo el mundo espera al último momento, podríamos revivir una escena similar a la de la “crisis del papel higiénico” de 2020, con colas, desabastecimiento y precios disparados.
3Plan anti-desabastecimiento: producir como si fuera navidad
Para evitar el caos, Netun Solutions ha activado un plan industrial y logístico sin precedentes. Su capacidad de producción ha aumentado hasta 800.000 unidades mensuales, con un sistema de trazabilidad unitaria para cada dispositivo y un seguimiento en tiempo real desde la fábrica hasta el punto de venta. Además, la compañía ha reforzado los almacenes externos y su red logística para absorber picos de demanda y distribuir el stock según las zonas con mayor rotación.
Incluso han diseñado un programa especial con Amazon para garantizar la disponibilidad inmediata y una dispersión geográfica eficiente del inventario. Pero, como señala González, el desafío no está solo en fabricar, sino en convencer al consumidor de que no espere. “Queremos una distribución equilibrada, no un colapso en diciembre. No se trata de vender más, sino de hacerlo a tiempo. Es una responsabilidad de país”, subraya.








