El tráfico está cambiando en toda España, y con él, también lo hacen los límites de velocidad. Lo que antes parecía impensable —circular a 70 km/h o menos por una autopista— empieza a convertirse en una realidad en distintos tramos del país. Varias comunidades han comenzado a aplicar límites más bajos en algunas autopistas con el objetivo de mejorar la seguridad, reducir emisiones y disminuir el ruido que afecta a miles de vecinos que viven junto a estas vías.
No se trata de una medida aislada, sino de una tendencia que irá en aumento. La reducción de velocidad en determinados tramos responde a un nuevo enfoque de movilidad sostenible que prioriza la seguridad vial y la calidad de vida. Y aunque para muchos conductores es una noticia difícil de digerir, las autoridades aseguran que los cambios están más que justificados.
3La Unión Europea presiona por más restricciones
Es importante destacar que esta reducción de velocidad en autopistas urbanas o periurbanas no es una decisión improvisada de las autoridades locales, sino una respuesta a la presión normativa de la Unión Europea. Bruselas ha advertido repetidamente a España por los incumplimientos de los estándares de calidad del aire, y ha exigido medidas contundentes.
Reducir la velocidad en las autopistas cercanas a núcleos urbanos ayuda a cumplir estos objetivos. La Comisión Europea ha señalado que esta estrategia, combinada con la implantación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) y mejoras en transporte público, debe extenderse a más ciudades españolas entre 2025 y 2030. Por tanto, es solo cuestión de tiempo que más tramos adopten el límite de 70 km/h como norma habitual.








