Eduardo trabaja como informático y reconoce que pasa más tiempo del que debería en foros y viendo vídeos sobre tecnología. Le encantan los gadgets, pero sobre todo los accesorios para el coche, como las pantallas para Android Auto y Apple CarPlay que últimamente están en todas partes. Si le has echado el ojo a alguna en AliExpress o Temu, tiene algo que contarte.
«He visto muchas, las he probado y, aunque algunas parecen una ganga, no me compraría ninguna», explica. Lo dice con conocimiento de causa, sobre todo por las pantallas ‘universales’ que deberían funcionar en cualquier coche, pero a la hora de la verdad no es así. «En teoría, solo era conectar, pero te pasas tres horas peleando con cables y el sistema se queda colgado cada 10 minutos», añade. Lo barato, en este caso, sale caro.
Los riesgos de montar una pantalla barata en tu coche

Hay conductores que tienen coches antiguos con pantalla y deciden instalar el sistema Android Auto o CarPlay. En cambio, hay otros que tienen aún más tiempo y ni siquiera tienen pantalla, así que muchos optan por comprar una barata en AliExpress o Temu. De hecho, las hay por 50 euros, aunque lógicamente el riesgo está ahí.
«Una pantalla de 80 euros puede tener un software pirateado o un chip de baja calidad que se calienta enseguida. Esto puede afectar al sistema eléctrico del coche«, explica Eduardo. El principal problema está en la compatibilidad. La mayoría aseguran funcionar con cualquier vehículo, pero no todos los coches soportan modificaciones en el sistema multimedia.
«En algunos casos se pierde el control desde el volante o se bloquean funciones, como el micrófono o el manos libres. Y eso sin hablar de los sensores de aparcamiento, que pueden dejar de responder», señala.
Otro aspecto a tener en cuenta es la seguridad. Este informático asegura que se ha encontrado con versiones falsas de CarPlay o Android Auto que, en realidad, son imitaciones con acceso limitado e incluso riesgo de malware. «Hay pantallas que piden permisos absurdos o que te conectan a servidores chinos para actualizarse. Nadie sabe qué datos recopilan. Si no te fiarías de una app rara en tu móvil, ¿por qué lo harías en tu coche?», añade.
Por no hablar de que lo barato sale caro y que hay pantallas baratas que en unas pocas semanas dejan de funcionar bien, se apagan solas o se reinician sin que tú hagas nada. Y seguramente lo último que te apetezca es tener que devolverla a China, así que el proceso de enviarla y que recibas otra puede alargarse durante semanas o un par de meses.
Cuando sí merece la pena cambiar la pantalla (y cómo hacerlo bien)

Pese a las malas experiencias, este informático reconoce que hay algunas opciones para actualizar el sistema multimedia del coche. Lo recomienda, pero con cabeza. «Si tu coche no tiene Apple CarPlay o Android Auto, una buena pantalla puede mejorar la experiencia de conducción. Pero hay que hacerlo con material de calidad y, sobre todo, en un taller especializado», reconoce.
Las marcas de referencia —Pioneer, Sony o Alpine— tienen modelos certificados con compatibilidad total y soporte oficial. No son las más baratas del mercado, pero sí que te aseguras de que el software sea auténtico y que la pantalla no te va a dejar tirado a los dos meses. Además, suelen venir con mejor sonido, más brillo y garantía europea.
«Si vas a tocar el cableado sin saber, puedes anular el airbag o algún sistema de asistencia. He visto casos de coches que se quedan sin cámara trasera o con errores en el cuadro por un montaje mal hecho. Y si quieres una pantalla buena, compra en tiendas especializadas o pide que te la instalen en un taller de confianza», es la recomendación final de este informático.







