“¿Cuántas cervezas puedo beber sin dar positivo?” es una de las preguntas más repetidas cada fin de semana en España. El control de alcoholemia forma parte del paisaje habitual de nuestras carreteras y, aun así, sigue existiendo una gran confusión sobre los límites reales, cómo se mide el alcohol en el organismo y por qué dos personas pueden obtener resultados muy distintos tras consumir la misma cantidad.
Desde Motor16 queremos dejar algo claro desde el principio: no existe una cifra mágica de cervezas o copas que garantice no dar positivo. El alcohol afecta de manera diferente a cada persona y los márgenes legales son mucho más estrechos de lo que muchos creen. Aun así, entender cómo funciona el control de alcoholemia ayuda a tomar decisiones más responsables y seguras.
5Más allá de la multa: los efectos reales del alcohol al volante
Centrarse solo en no dar positivo es un error. Incluso por debajo del límite legal, el alcohol afecta a la conducción. Reduce los reflejos, altera la percepción de la velocidad, disminuye el campo visual y aumenta la sensación de confianza, lo que lleva a asumir más riesgos. En invierno, de noche o con tráfico denso, estos efectos se multiplican.
Las estadísticas lo confirman: una parte importante de los accidentes graves y mortales están relacionados con el consumo de alcohol, incluso en cantidades que muchos consideran “moderadas”. Por eso, cada vez más campañas insisten en el mensaje de tolerancia cero. No porque la ley lo exija, sino porque la seguridad lo recomienda.








