“¿Cuántas cervezas puedo beber sin dar positivo?” es una de las preguntas más repetidas cada fin de semana en España. El control de alcoholemia forma parte del paisaje habitual de nuestras carreteras y, aun así, sigue existiendo una gran confusión sobre los límites reales, cómo se mide el alcohol en el organismo y por qué dos personas pueden obtener resultados muy distintos tras consumir la misma cantidad.
Desde Motor16 queremos dejar algo claro desde el principio: no existe una cifra mágica de cervezas o copas que garantice no dar positivo. El alcohol afecta de manera diferente a cada persona y los márgenes legales son mucho más estrechos de lo que muchos creen. Aun así, entender cómo funciona el control de alcoholemia ayuda a tomar decisiones más responsables y seguras.
4El margen de error y la segunda prueba
En un control de alcoholemia, si el primer resultado es positivo, el conductor tiene derecho a una segunda prueba tras unos minutos de espera. Esta segunda medición suele arrojar una cifra algo inferior, pero no siempre es suficiente para quedar por debajo del límite legal. Con tasas ajustadas, la diferencia puede ser mínima y seguir implicando sanción.
Además, los etilómetros están homologados y revisados periódicamente, por lo que su margen de error está contemplado en la normativa. Confiar en ese margen para “librarse” es una estrategia arriesgada. Si el resultado final supera el límite, la multa, la pérdida de puntos o incluso la retirada del carné serán inevitables.








