“¿Cuántas cervezas puedo beber sin dar positivo?” es una de las preguntas más repetidas cada fin de semana en España. El control de alcoholemia forma parte del paisaje habitual de nuestras carreteras y, aun así, sigue existiendo una gran confusión sobre los límites reales, cómo se mide el alcohol en el organismo y por qué dos personas pueden obtener resultados muy distintos tras consumir la misma cantidad.
Desde Motor16 queremos dejar algo claro desde el principio: no existe una cifra mágica de cervezas o copas que garantice no dar positivo. El alcohol afecta de manera diferente a cada persona y los márgenes legales son mucho más estrechos de lo que muchos creen. Aun así, entender cómo funciona el control de alcoholemia ayuda a tomar decisiones más responsables y seguras.
2Por qué no existe un número exacto de cervezas o copas
Uno de los grandes errores es pensar que una cerveza equivale siempre a lo mismo en un control de alcoholemia. El cuerpo humano metaboliza el alcohol de forma muy variable. Factores como el peso, el sexo, la edad, el metabolismo, el cansancio o incluso si se ha comido antes influyen de forma decisiva en el resultado.
Por ejemplo, una persona de menor peso corporal alcanzará una tasa de alcohol más alta con la misma cantidad que otra más corpulenta. También influye el tipo de bebida: no es lo mismo una cerveza de baja graduación que una artesanal más fuerte, ni una copa de vino pequeña que una generosa. Por eso, hablar de “una cerveza no pasa nada” es una simplificación peligrosa.








