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lunes, 3 noviembre 2025

5 señales de que tu batería está a punto de fallar con la llegada del frío

La batería es uno de los elementos más sensibles al frío, pero es 'fácil' reconocer si tienes que cambiarla.

Los meses de otoño e invierno son los más críticos para la batería de tu coche, y no hacer el mantenimiento cuando toca puede hacer que cualquier mañana no arranque. Igual que hay elementos de tu coche que son sensibles con el calor, el frío es peligroso para otros elementos.

Lógicamente, la batería sufre más si tu coche duerme en la calle, porque está expuesto a temperaturas bajo cero. Sin embargo, afecta de la misma manera (aunque en menor medida) si duerme en garaje. La buena noticia es que si prestas atención, la batería te envía ‘señales’ que tienes que aprender a reconocer antes de que te deje tirado. Te contamos cuáles son.

¿Por qué el frío afecta tanto a la batería?

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Fuente: Bosch

El primer paso es que entiendas por qué las baterías de los coches son tan sensibles al frío. Aunque tengas un vehículo moderno, la química es exactamente igual. Con las bajas temperaturas, las reacciones químicas dentro de la batería se ralentizan, así que le cuesta mucho más generar la corriente necesaria para arrancar el motor.

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A esto se le suma que el aceite del motor también es más espeso con el frío, así que a tu coche le cuesta mucho más moverse. ¿El resultado? La batería tiene que trabajar el doble justo cuando menos energía puede ofrecer.

Además, en invierno utilizamos más los sistemas eléctricos del coche, como los faros, los asientos calefactables o el climatizador. Y todo esto, aunque creas que no, ‘roba’ energía a una batería que ya de por sí está sufriendo por el frío. Todavía más si ya tiene bastantes años.

La batería es una pieza más del coche que se va deteriorando con el paso del tiempo. El coche arranca, pero cada vez le cuesta más, así que tienes que estar atento de estos síntomas antes de que sea tarde.

Las señales más evidentes de que tu batería necesita un cambio

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Fuente: propia / IA

Recopilamos a continuación 5 señales muy fáciles de reconocer y a las que tienes que estar pendiente este invierno.

Al coche le cuesta arrancar

Si notas que el motor gira más lento o necesitas hacer varios intentos para que arranque, ya tienes la primera señal. Esa ‘lentitud’ es la pista más clara de que la batería ya no tiene la misma fuerza que antes. Y si la sigues forzando, vas a acortar todavía más su vida útil.

Un truco: si el coche arranca mejor después de circular un rato, pero al día siguiente vuelve a fallar, lo más probable es que la batería esté débil y no retenga bien la carga.

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Las luces son más tenues

Si las luces del interior del coche son más tenues o pierden intensidad cuando aceleras y frenas, lo más probable es que haya problemas de alimentación. Y puede afectar tanto a la luz interior como al cuadro de instrumentos o a los faros.

Ocurre porque la batería ya no es capaz de mantener un flujo de energía constante. Puede pasar en cualquier época del año, pero con temperaturas bajas es todavía más evidente.

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Fallos eléctricos o testigos encendidos

Otra señal evidente son fallos en sistemas eléctricos, algún testigo encendido o apagado, o un comportamiento inusual. Por ejemplo, que la radio se apague sola, los elevalunas suban más despacio o los limpiaparabrisas pierden fuerza.

Todo esto son signos de baja tensión. Si el alternador está en buen estado, lo más probable es que el fallo esté en la batería. En ese caso, mejor que la cambies antes de que el coche decida no arrancar.

Ruidos extraños al arrancar

Lo reconocerás con el clásico ‘clic’ al girar la llave o al pulsar el botón de arranque. Es el clásico sonido de un motor de arranque que no está recibiendo la energía suficiente.

Ese ruido metálico que se repite normalmente se debe a que la batería ya no entrega la potencia necesaria. Y aunque suele arrancar después de varios intentos, esos ‘clic’ son una señal que no debería pasar desapercibida.

La batería tiene más de tres años

Las baterías modernas duran entre 3 y 5 años, según el uso, las temperaturas a las que estén expuestas y si duerme en garaje o en la calle. Si ya ha pasado los tres inviernos, mejor no tientes a la suerte.

De hecho, es mejor hacer un cambio preventivo antes de que te cueste un disgusto y una llamada a la grúa. Además, hay tiendas especializadas en las que puedes comprobar su estado en unos minutos y saber a ciencia cierta si te aguanta otro invierno o no.

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