Cuando se acerca el Sorteo de Navidad, la imaginación se dispara. El famoso “¿qué harías si te tocara el Gordo?” suele incluir, casi siempre, la compra de uno o varios coches. Sin límite de presupuesto, muchos piensan automáticamente en marcas de lujo, superdeportivos o modelos exclusivos que hoy parecen inalcanzables. Sin embargo, tener dinero no significa perder el criterio, y no todas las marcas resultan igual de apetecibles, incluso con millones en el banco.
Porque elegir un coche no es solo cuestión de precio. La fiabilidad, el mantenimiento, la experiencia de uso diario, la imagen de marca o incluso el trato al cliente pesan más de lo que parece. Hay fabricantes que, pese a su fama o exclusividad, generan tantas dudas que ni siquiera ganar la lotería logra convertirlos en una opción lógica. Estas son cinco marcas que muchos conductores seguirían evitando aunque les tocara el Gordo de Navidad.
5Bugatti: exclusividad extrema, sentido práctico nulo
Bugatti representa el extremo absoluto del lujo y la exclusividad. Coches de varios millones de euros, prestaciones descomunales y una producción casi artesanal. Pero precisamente por eso, para muchos es una marca completamente intocable, incluso ganando la lotería.
El mantenimiento de un Bugatti alcanza cifras absurdas, su uso es prácticamente testimonial y su valor está más ligado a la colección que a la conducción. No es un coche para disfrutar en carretera ni para usar con normalidad. Para muchos conductores, tener dinero no implica querer un objeto tan extremo que pierde todo sentido práctico como coche.







