En el habitáculo, vemos un ambiente excesivamente futurista. La consola central y túnel central dividen el espacio entre el conductor y el copiloto. En la zona delantera, los diseñadores de Lexus han optado por colores oscuros para, según ellos, evitar posibles distracciones en el conductor. También nos percatamos de las pantallas instaladas en ambos laterales para poder sustituir a los espejos retrovisores convencionales. Y si centramos nuestra atención en el panel de instrumentación, vemos que alberga una esfera transparente que flota a modo de «holograma».