El Clase S es el máximo exponente de la gama de Mercedes-Benz, y sin duda uno de los mayores estandartes en la historia de la marca de la estrella. La actual generación (W223), la séptima, fue lanzada en septiembre de 2020 y recibió una actualización este mismo año 2025, aunque centrada en la parte tecnológica. Tradicionalmente, ha sido la referencia del segmento y, en la actualidad, sigue siendo el único de sus rivales directos (incluido el Bentley Flying Spur) que conserva una mecánica V12, en la versión Maybach S 680; eso sí, a cambio de 276.539 euros.
Ligeramente por debajo en precio y muy por encima en potencia se sitúa el Mercedes-AMG S 63 E Performance, con nada más y nada menos que 802 CV. Y con todo, se queda fuera del podio de modelos más potentes del departamento: le superan el GT 63 S E (843 CV) y los AMG GT y AMG SL 63 S E Performance, con 816 CV. Todos comparten un sistema de propulsión híbrido enchufable que, en el caso del mercado español, no les hace acreedores de la etiqueta Cero, pues su autonomía en modo eléctrico se queda por debajo del mínimo exigible (40 kilómetros).
Ahora nos llegan estas fotos que terminan de confirmar que en Stuttgart están preparando una actualización de su buque insignia. En esta ocasión, la versión oculta bajo el camuflaje corresponde precisamente con la firmada por AMG, como delatan las salidas de escape (cuadradas y dos a cada lado del paragolpes), el difusor trasero o las llantas AMG de 21 pulgadas con radios cruzados.

Así será el restyling del Mercedes Clase S 2026
La actualización del AMG S 63 E Performance se centrará principalmente en la parte estética, con nuevos faros, parrilla y paragolpes delantero. Detrás los cambios serán menores y afectarán principalmente al paragolpes y los pilotos.
Cabe recordar que esta versión AMG se ofrece únicamente con la carrocería larga, de 5,34 metros de longitud; en realidad, es la intermedia, pues las versiones Maybach tienen más longitud (5,47 metros) y distancia entre ejes (casi 3,40 metros frente a 3,22 del AMG).
No se esperan grandes novedades en la parte mecánica, salvo que Mercedes opte por aumentar la potencia total del sistema, algo que en principio no debería presentar ninguna complicación técnica. De hecho, el AMG S 63 lleva el mismo bloque (4.0 V8 biturbo de 612 CV) que los SL y GT 63 E Performance, y la diferencia de potencia es por la unidad eléctrica (204 CV frente a 190 del Clase S). En el caso del AMG GT 4 puertas, el bloque de gasolina desarrolla 639 CV y el eléctrico, 204 CV.

Los cambios en la parte eléctrica también podrían afectar a la batería con el fin de lograr algo más de autonomía, aunque Mercedes-AMG siempre ha expresado que este sistema híbrido enchufable tiene una orientación prestacional. Desde luego, en el caso del mercado español vendría muy bien una batería algo más grande, pues con la de 10,36 kWh sólo puede recorrer 31 kilómetros en eléctrico. Si lograse alcanzar los 40 km, se beneficiaría de las ventajas de la etiqueta Cero.
En el interior tampoco habrá cambios de gran importancia (todo el tema tecnológico ya está actualizado), aunque sí de cara a mejorar algunos aspectos. En esta ocasión nuestros colegas de SHProshots no nos han podido enviar fotos del interior, algo que sí sucedió en un paquete de fotos anterior del Mercedes-Maybach, donde se veía claramente un volante con nuevos mandos físicos. Esperemos que esta solución llegue a toda la gama, pues ya está sobradamente demostrado que los controles táctiles o hápticos no son una buena solución.
El nuevo Mercedes-AMG S 63 E Performance, junto al resto de la gama del Clase S, irán llegando al mercado a lo largo de 2026.
Galería de imágenes espía del Mercedes-AMG S 63 E Performance 2026
Fotos: SHProshots











